Hoy voy a hablar de palabras y de lo que se puede hacer con ellas...
¿Os he dicho alguna vez mi opinión de la palabra radical (o sobre sus derivados)? Es bastante probable que lo haya hecho ya, pero por si acaso; os lo insisto. Yo me considero radical. Y orgulloso. ¿Y por qué os preguntaréis? Porque está siendo mal empleado, secuestrada y destruida en su sentido más auténtico. Radical significa "relativo a la raíz" en su primera acepción, todos los demás son derivados de ello. Así que soy radical incluso en el empleo de la palabra radical. Reclamo que el resto de usos sean aclarados, y distinguir las acciones radicales o las personas que apoyan cambios radicales o fundamentales, frente a fundamentalistas y fanáticos, que se confunde. Yo estoy vivo porque parte fundamental de las prácticas médicas es siempre radical: no palían síntomas, curan enfermedades; o bien investigan, aprenden y buscan causas primeras; para por supuesto, prevenirlas incluso además de curarlas. Estoy vivo porque me extirparon el apéndice y también una infección provocada por el mismo, así estoy seguro de haber muerto o mal vivido si los médicos en vez de tratarme para curar esas afecciones, hubieran decidido aliviarme. de hecho, la medicina ha avanzado gracias a buscar las causas y prevenir enfermedades, y con ello, nuestra esperanza y nivel de vida. Así, en lo social, si aplicáramos esa idea y no nos perdiéramos en "extirpar cosas" o "hacer las cosas como siempre", a lo mejor progresaríamos más todos.
Otra cosa que quiero hablar es sobre como las palabras pueden ser escudos, palancas o cortinas metafóricas para las acciones humanas. El mejor ejemplo lo tenemos con cuestiones recientes, y lo centraré con como empezó la masacre en Gaza y como se cubre la maldad de esos principios (o carencia de ellos) y sus acciones. Como veis las declaraciones, las palabras, sirven para hacer que la gente te siga, pero la realidad siempre puede dar una vuelta de tuerca. Israel está siendo ahora mismo un matón psicopático y monstruoso, golpeando a alguien que da patadas en la espinilla, mientras le da descargas con un táser mientras le sujeta. O directamente, diciendo al mundo "Pero si se está pegando él". También tengo que decir no hay palabras, porque la impotencia es brutal, la masacre está siendo tan desproporcionada que no se puede tolerar, como antes con radicalidad, que se emplee el término conflicto o guerra para hablar de la realidad en Gaza (o llamar democracia a Israel ya que estamos). Los gobernantes y fundadores de Israel (los formantes del Sionismo), no querían ni quisieron ser un país moderno, querían ser otro país teocrático de la región, pero querían hacer uno judío, por eso despojaron de tierras y casas a los palestinos (incluidos cristianos, no sólo musulmanes), por con judíos sionistas, y digo esto porque con todo lo malo que pudiéramos señalar de los fundamentalistas judíos, con la mayor pena siendo el ostracismo (hoy en día hay aviones) y sin ser proselitistas (con ser exclusivos al nacimiento), son un frente de oposición bastante indiscutible y nada sospechoso de antisemitismo (al contrario que otros opositores a Israel). Y hablando de antisemitismo, en un sentido estricto, apoyar a los palestinos, o incluso luchar contra los perjuicios contra los musulmanes, no es ser antisemita, porque los árabes y los palestinos son semitas (y me atrevería a decir que un poco más que algunos judíos).
Otra cosa reciente que encontré aquí (imprescindible), está en este vídeo de mi adorado Joss Whedon, al que sigo desde Buffy y he seguido de verdad mucho de su trabajo (Universo cinematográfico Marvel ains, lo adoro). En el vídeo enlazado dentro dle artículo, considera que el término feminista no le gusta por dos motivos: porque define a quien quiere la igualdad entre hombres y mujeres, una postura correcta; pero que no encontramos en otras batallas por la igualdad y el progreso, que tienen sólo palabras peyorativas definiendo a los derrotados por la historia, como son los racistas o lo homófobo, que no tienen que tener un -ismo enfrentado. Tampoco le gusta por el -ismo, porque supone que el pensamiento de que hombres y mujeres es algo que debe ser enseñado, no algo natural, y eso es descorazonador en el mejor de lso casos o falso de base, es algo natural vivir en igualdad. Le doy en parte la razón, pero lo cierto es que si bien es algo natural, ha sido arrebatado en muchas sociedades, que requieren y requerimos volver a aprender, y de ahí que haya que construir y compartir ideas bajo un estandarte. Estandartes, etiquetas... sé que son incómodos o contraproducentes para muchos, pero como con las camisetas de colores, es algo voluntario (en general, ahora hablaré de las veces contrarias); la reacción tuya será tuya frente a la elección de alguien, y sobre lo que declare. Pero en el caso del feminismo y la lucha contra el machismo, ahora mismo, estamos hablando de una trinchera, y hay que enarbolar estandarte, no para que no te golpeen, si no para que lo hagan los opuestos, para llamar a las demás compañeras y compañeros y seguir. Lo mismo que sucedió en los 30/40 con la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, había que ir a la trinchera para ganar, porque no hubo otra alternativa para nadie, un imperativo; incluso odiando las guerras y la violencia, incluso si odias eso, hay veces en las que tienes que poner a un lado tu propios límites, para proteger a otros.
(Un día hablaré sobre la violencia per se...)
Por último, señalar algo sobre las palabras y la vida. Las palabras son como las sombras de la cueva de Platón, son el principal medio por el cual nuestra sensibilidad e intelecto describen la realidad, pero también nuestro método para relacionarnos entre nosotros. E igual que los perros aúllan y ladran, también nosotros enseñamos los dientes, pero nosotros usamos palabras hirientes y/o soeces. A veces es algo instintivo, pero se nos supone a todos la capacidad de entender el sentido, y hay algunas que tienen un sentido no ofensivo si no contrario a nuestros valores (otras veces no, ¿veis lo escurridizas que son las palabras?). Y así se nos escapan (hablando de escurridizas), y una razón es el odio. El odio se transmite fácilmente, y está ahí. Siendo conscientes de él podemos afrontarlo, pero siempre siempre queda un poco de rabia nacida de él. Y a veces, el amor puede mezclarse, y cegarnos. Es lo que le ha sucedido a Pilar Manjón, por empatía de quienes han sufrido lo que ella, enfurecida por el cinismo y la hipocresía, y probablemtne también ofuscada de todo lo que ha aguantado de anónimos en Internet, ha usado términos machistas y racistas, y ha cerrado su cuenta. Algunos dirán que ha sido cobarde o que entonces merecía todo lo que trolls anónimos han dicho y la han hecho estos años. Una pista, no creo en los castigos preventivos (los actos humanos no son enfermedades o accidentes), así que, no me gusta un pelo lo que ha hecho, pero ella al menos a riesgo de volver a hacerlo, ha decidido no seguir y cometerlo de nuevo. ¿y quienes se lo han hecho a ella durante años? Ahí siguen, a menos de que les denunciemos nosotros, porque carecen de conciencia. Y pongo claro que explicación no equivale a escusa, aunque según el acto a veces es un atenuante, y otras no. La intención por ejemplo sí es un atenuante.
Y ya por un tiempo creo que más de esta línea no habrá, o sí, dada mi situación actual tengo que desahogar mucho... ¡Sea de lo qué sea pronto tendréis noticias de vuestro amigo y ciber vecino Mario!
Mario, estás muy mal!!!! XD
ResponderEliminarÑaa, un poco, pero me ha saltado la inspiración y quería compartir muchos de esos enlaces juntos, porque les veo relación.
ResponderEliminarBuuufff. Tendría que hacer un post igual de largo para opinar en condiciones. Y soy muy perraco.
ResponderEliminar¡Por lo tanto gano por pereza ajena! Jajaja. ¡Gracias por pasarte!
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