viernes, 30 de junio de 2023

Poeta Tradicional Contemplaestrellas (Concepto para Hombre Lobo XXV)

Poeta Tradicional


No hay Luna ya

Que brille sin mácula

Con razón Aúllar

Sí bueno, me has pedido un haiku que no hubieses oído antes, no te creas crítico ahora...


Preludio: Ojalá hubieses tenido hermanos y hermanas, así tus padres y abuelos no hubiesen estado siempre pendiente de ti. Eras el ojo derecho de todo el mundo, siempre escuchando y asintiendo; y compartiendo lo que pensabas y sentías. Y si no eras claro, no todo el mundo, pero a veces tus padres te criticaban. Así aprendiste a pensar tus palabras, a fijarte en lo que decías antes de decirlo. Cuando en la escuela notaron esto, pues te dieron notas mayores; pero también te exigieron más que a otros para no dormirte en los laureles. Tanta presión de la gente se te fue acumulando, hasta que te quedaste sin ganas de decir nada que no te diese una recompensa, un halago o una nota normalmente. Puede que fuese la adolescencia, puede que fuese algo más; pero te sentías exasperado y frustrado por todo.

Fue entonces que entendiste lo que era la poesía. Ya habías estudiado la poesía, pero no lo entendiste hasta ese día; el día en que la tristeza y la frustración se desvanecieron de repente, mientras intentabas elegir las palabras porque quisiste simplemente describir el cielo que viste de repente. Lo que surgió de tu interior era poesía, eran palabras hermosas pero auténticas, no halagos vacíos. Desde entonces estudiaste para ser mejor en ello, era lo que necesitabas. Tu familia hubiese preferido una vida más común y de provecho, pero vieron la pasión que te permitía tener una más que prestigiosa ocupación, y su amor por la tradición (aunque no fuese esa su preferida), y también su cariño a ti; te dieron la bendición. Una bendición condicionada claro, pero no te impondrían algo que no deseases… solamente te pedían de vuelta que devolvieras el respeto mutuo. Esto era que la poesía sería tu carrera, pero tu trabajo diario debía ser respetable y sostenible por ti mismo. Así que aunque deseabas estudiar y crear poesía, tu trabajo diario sería… la misma poesía. Trabajabas en una editorial, no eras más que un joven trabajador que escribía en su tiempo libre, igual que como eras solamente un estudiante escribiendo cuando tenías tiempo; pero pagabas tus facturas.

Lo que no esperabas es que tu editorial recibiera amenazas de un demente. Mucho menos que ese demente acudiera con un cuchillo a la oficina, y que ni si quiera molerle a palos le parase. El demente parecía un demonio de cuento, un poseso; y atacó e hirió a quien encontró. Tú sentiste cosas, pero no era miedo lo que sentiste en realidad; fue algo similar a lo que sentiste cuando descubriste la poesía; la verdad oculta de tu interior. Pero ahora no era la paz de la poesía, ahora era el cegador esplendor de la Rabia.

Concepto: La editorial cerró tras el altercado, y los hombres lobos locales hicieron lo posible por taparlo; haciendo que pareciese que el atacante (poseído por la corrupción espiritual) se hubiese suicidado después de herir y matar. Un acto más de su desesperación, pero en realidad fuiste tú quien lo mató. Aunque no era verdad, al final era lo necesario. Tú mismo eras ahora un monstruo con piel de hombre, pero con alma y un destino. Mentir sobre el evento no fue tu elección. Pero a cambio de aceptar ciertas mentiras, te contaron verdades del universo y de ti mismo. Luego te dejaron marchar, ahora con la editorial marcada por la tragedia; pero la empresa matriz de esta dio ciertos beneficios a los supervivientes y a las familias de los fallecidos, así que ahora podrías vivir de la poesía mientras descubrías el camino de los Garou, de ser un Galliard de los Contemplaestrellas.

Sugerencias de Interpretación: No tienes apego a las cosas materiales, como es normal en tu Tribu; pero sí apego a tu inspiración y a la poesía. No eres tradicionalista per se, pero cultivas arte que existe tras años y generaciones; porque es el que tu inspiración responde. A menudo te fijas en el mundo a tu alrededor, puede ser personas o simplemente el cielo; e improvisas o recuerdas un poema que refleje o se relacione con lo que contemplas, te da paz y te da espacio. Te da inspiración, pero te permite compartirte con el universo, y ahora sabes que de verdad el universo te escucha.

Equipo: libreta, libros de poesía, cantimplora con agua, pluma y lápiz.



[Pues con esta ya solamente me queda una ficha de personaje de Hombre Lobo 20 aniversario, y ya habré terminado. Tengo que pensar el contenido recurrente, pero me gusta conseguir objetivos. Pronto eso y más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]

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