viernes, 11 de enero de 2019

Comentario: Godzilla (Trilogía de Netflix)

Bueno, pues no pongo imagen porque hay tres portadas, pero esta trilogía forma un conjunto coherente, en todos sus componentes; aunque si lo deseas puedes ver cada una como una pieza independiente, dan suficiente información siempre para ello, pese a la coherencia que tienen para ser una historia en tres partes. Me ha merecido mucho la pena ver esta serie de películas; y se nota la mano de Gen Urobuchi, que ya conocimos aquí.

La presentación es "El Planeta de los Monstruos", la primera historia. En esta película nos cuentan que la Tierra fue asaltada por monstruos a finales del siglo XX y principios del XXI, y que el superviviente de todos ellos, que se impuso a todos y terminó de expulsar a los humanos; fue Godzilla. Gracias a la ayuda de dos razas alienígenas, los Exif y los Bilusaludo, la humanidad escapa a las estrellas. Pero con el plan de colonizar un nuevo planeta como imposible, Haruo, un humano que escapó por los pelos, decide proponer la idea de regresar y en caso necesario destruir a Godzilla, algo que él sabe posible. Pero la Tierra ha cambiado mucho y no les da la bienvenida a sus hijos pródigos, pero eso no detiene a Haruo.

El nudo es cuando la batalla con Godzilla en "Ciudad al filo de la batalla", en la que los supervivientes de la expedición de la Tierra encuentran todavía más cosas de su pasado, como son una ciudad creada por tecnología que se pensaba perdida y ¡supervivientes primitivos de la humanidad!. Los Houtua, estos parientes humanos, acogen a los heridos y perdidos, pero son muy diferentes a estos. Por otro lado los Bilusaludo encuentran una manera de destruir a Godzilla en un proyecto que pensaban perdido, y Haruo tiene que decidir como llevar el mando, pero empieza a tener dudas sobre si merece la pena conseguir su venganza contra el monstruo.

Y llegamos al desenlace, tras múltiples pistas en las anteriores películas, llega el "Devorador de Planetas". Mientras los Bilusaludo y los humanos se echan en cara mutuamente una traición en la lucha contra Godzilla, el culto mesiánico de los Exif está tomando un giro extraño, Metphies, quien había apoyado desinteresada y fielmente a Haruo parece estar impacientándose porque este no acepta sus ideas. Algo está pasando a espaldas de los humanos, y parece que es algo más peligroso que el propio Godzilla.

La historia, con sus tres partes totalmente desarrolladas en tres películas de 90 minutos cada una, está muy bien hecha también a nivel técnico y visual. Sin intentar no ser animación 3D, la mayor parte del tiempo viéndolo me olvidaba por completo de que lo era, o no me molestaba (y a mí no me disgusta, quiero decir que no era nada consciente). Los personajes están dibujados lo suficiente como para preocuparte por ellos, aunque como podéis ver el protagonista absoluto es... Haruo con permiso de Godzilla. Donde tendríamos en otros casos un viaje del héroe, y llegaríamos a algo o trágico (y triste) o épico (y feliz), el viaje mismo es una mezcla de ambas cosas. La humanidad de Haruo es inequívocamente una virtud, pero el destino final sabemos que no será el que quería al principio. Lo único que me molesta es el punto ludita que tiene la premisa y todas las películas, mientras que al mismo tiempo aunque critica a la religión, hay cierta conformidad en el ritual; no sé si hacia el lado cultural y colectivo, más incluso que al espiritual. Es la única parte que no termino de entender o compartir, porque si bien considera que el rito puede servir para vivir en comunidad, al mismo tiempo parecen acabar señalando la tecnología como inherentemente malo o peligroso. El espíritu mesiánico que rodea a los héroes, su sacrificio y lo que hacen con su poder es una de las obsesiones de Urobuchi, y se nota mucho en estas películas.

Y hasta aquí todo lo que puedo comentar de las películas de Godzilla de Netflix sin spoilear nada. Muy pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.

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