martes, 28 de marzo de 2017

A vueltas con Cazafantasmas: el chiste innecesario

Pensé hacer un hilo de twitter, pero como me falta una entrada, es tan buena cuestión aprovechar como cualquier otra para sacar el tema aquí, que es mi blog y me lo ... relleno como quiero.

Hace tiempo, cuando estrenaron Cazafantasmas, hice además de comentario sobre la película, también una larga entrada sobre gran parte de lo anterior de la franquicia, tanto en imagen real como en animación. No fui amable, e insisto: tienen problemas pero me gustan. ¿Y la nueva? También. Pero me llamó mucho la atención como se dio importancia a un chiste, el chiste del pedo.

El chiste del pedo, para algunos, echa por tierra la película porque sobra, porque es pueril y sucio, grosero e innecesario. Ese punto marca el un punto del humor, un punto bajo que destruye la película (y para algunos la infancia y el universo parece ser, y digo el real no el de ficción). Curiosamente, el chiste de la felación en un sueño húmedo no, ese está justificado porque es parte de otros chistes visuales... Pero literalmente si nos lo saltamos, la película no pierde sentido ni tampoco los demás chistes del resto de ese segmento de metraje, ni los que venían antes o después.

Porque el chiste del sueño húmedo de Ray Stantz no pega con el resto que conocemos del personaje. No tiene una escena o relación en la película donde se comporte de forma especial hacia las mujeres, porque no es un aspecto que muestren vaya. Tendría sentido si tuviera una trama con una mujer, una prometida o una chica que le gustara... Pero no. De hecho, ni siquiera encaja con la narrativa en una película sin flashbacks ni voces internas, es el único momento en el que vemos lo que piensa un personaje; ni si quiera con las posesiones, que permitirían mostrar una escena similar lo veremos.

El Cazafantasmas salido es Peter Venkman, nos lo muestran desde el momento de conocerle, usando tácticas de PUA para ligarse a una chica a la que dobla en edad, usa su posterior trabajo para ligarse a una clienta, etc. El chiste era para ese personaje, cuando ese personaje no tenía la cara de Bill Murray, si no del fallecido John Belushi, que como gordito guarro daba más el punto, y probablemente él con otro actor sustituido (Eddy Murphy en lugar de Ernie Hudson) habrían formado parte de una cinta más encaminada a la comedia, más que a un híbrido de aventura y comedia, que por suerte salió bien.

Pero volviendo al chiste del pedo, que hace Abby (Melissa MacCarthy) como broma hacia Erin (Kristen Wiig) sirve por contra para establecer al personaje y la rota relación entre ambas. Como Abby no ha madurado y Erin sí. Explica como Abby no es tomada en serio, porque tiene un carácter infantil y grosero en ocasiones. ¿Hace al chiste bueno? No, pero sirve a su trama y al personaje. De hecho, la escena postcréditos retoma el chiste, con Patty (Leslie Jones), sembrando a una próxima aventura de las cazafantasmas y haciendo un guiño al mismo tiempo para las anteriores películas. De nuevo, el primer chiste soez siembra este otro.

Luego mi pregunta, ¿por qué un chiste verde es imprescindible y uno soez sobra? Porque ambas películas tienen humor grueso, y de hecho el moco y pringue es hasta más explotado en la antigua que en la de ahora. La comparación entre el rayo y el arma con los penes, implícita pero con carteles de neón. Ambos usan humor grueso. ¿Molesta tal vez que todo el mundo se tire pedos?. Pues vuestro amigo y ciber vecino Mario se hace esa pregunta la verdad.

2 comentarios:

  1. ¿Ha habido quejas por un chiste de pedos? Lo que hay que ver.

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    1. Pues sí. Porque estaba visto que en Cazafantasmas había solamente alta comedia.

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