miércoles, 30 de octubre de 2013

Mis géneros literarios

Hola a tod@s. ¿Sabéis que soy un filólogo frustrado? No sé si hubiese seguido estudiando, o habría intentado ser profesor o especializarme en cosas como traducción o corrección, o tal vez estaría escribiendo para algunos sitios por 4 perras (como esto, pero con perras). Aunque no sea autoridad, aunque no tenga el título y me falte mucho estudio y esfuerzo para ello, como en Internet todas las voces pueden ser escuchadas, hoy quiero contaros algo que creo y he pensado mucho sobre los géneros literarios...

Los géneros en literatura han hecho a los expertos escribir mucho sobre ellos: A favor de su existencia, y también en su contra; sobre qué son o siquiera cuantos deberían son; sobre su clasificación, origen y utilidad. En general seguro que habréis leído sobre los dos grandes, la prosa y la poesía; e incluso quienes dudan. En el primero, la escritura suena o parece muy cercana al habla natural y espontánea, mientras que en el segundo aparen estructuras que buscan sobre todo musicalidad y orden en una única pieza de literatura (o sea, es igual que una frase, un poema es una entidad casi independiente que se puede analizar). De hecho, la razón por la que en lo académico se disfruta estudiando literatura como sujeto, es que no dependen de un trasfondo inmediato, son independientes porque no participan (normalmente) en un intercambio bi-direccional, si no en una única dirección (autor-lector); al contrario que en la comunicación verbal natural. Cuando coges una frase y la analizas, tienes que tener claro que ya está "tocada" y alterada (como en física cuántica, pero aquí es más evidente).

En realidad, yo destacaría que el mensaje intencional o ideal de un autor o de un transmisor también tiene que tenerse en cuenta, y no sólo la fórmula gramática y lingüística inmediata. La proporcionalidad de la respuesta y como se busca pesan más que el lenguaje empleado para mí. Así para mí hay 4 Grandes Géneros, 3 de ellos por el mensaje y las fórmulas, y un cuarto sólo como método de llevarse a cabo directamente:

  • Narrativa: la función narrativa trata de contar una acción y es la ficción más pura, puesto que depende del lector ponerse en la piel de personajes y observar con una distancia lo que lee: sin creerlo, debe ser capaz de creer que puede ocurrir mientras lo lee. Esa ficción es mentira, pero una mentira que el lector disfruta durante la lectura. Puede haber poesía, la épica medieval era narrativa, ficción rimada, y nada impide que en una novela con personajes del mundo de la poesía se la aplique. Los sentimientos que afloran son los que los personajes o la historia suscitan, no necesariamente dependiente de las fórmulas fonéticas, si no más bien de la gramática.
  • Lírica: Transmite emociones, sin necesariamente poner acción o desarrollo de personajes. Aun con personajes, lo que les sucede o lo que hacen no es tan importante como las imágenes y mensajes que codifica para el ánimo del lector o espectador. Depende de la morfología y la fonética más que de la gramática, con lo que el sentido de las palabras se amplia y cambia. Se transforma en otra Arte, la música a través de la canción, con pasmosa facilidad. Raramente es en prosa, pero la literatura más experimental juega con la lírica en prosa muy a menudo. Nota que no hay ficción: aunque la realidad sea reflejada o no haya realidad física. Muchas veces ese reflejo se busca como verdad pura.
  • Didáctica: El género del discurso y la redacción, en la que aunque sea prosa no hay ficción (incluso las teorías o las ideas se abordan como algo real para el interlocutor). Su función, que las separa de las demás, es que su mensaje no es literario si no literal, aunque sus formas y recursos lo sean en ocasiones (repito, sin demasiada poesía o nula, se acercan uno hablando a las emociones y otro al pensamiento). Tratan de pensamientos.
  • Dramático: Mi problema con este género es que puede ser completamente una forma de llevar a cabo los anteriores: Una narración con personajes interpretados en el teatro, una sucesión de lírica pura en forma de actores y escenarios; y gracias a Brecht y al documental -entre otros-, una aproximación audiovisual a una tesis. Nada impide leer un guión como alguien lee una novela, o recitar versos de Shakespeare como quien lee un poemario, o incluso leer el guión del cue de un informativo... pero sin que te lo hagan a ti como receptor final, como oyente y espectador pierde. Y sin embargo, insisto: no necesita mezclar cosas, puede ser perfectamente una sucesión de peripecias o el cambio de un personaje, el coro o la recitación con música en un escenario... La cuestión es que sin componente audiovisual ajeno, no está completo. Es el único género formal puro para mí, mientras que el resto son funcionales o ideales.


Decir, admito el despiste, que para mí literatura es arte que se hace en primer lugar con la lengua, el habla o la acción verbal. Incluso una película muda se realiza a través de la palabra antes de pasar a ser visual, y seguirá intentando ser comprensible a un nivel verbal. Un cuadro o una escultura no son explicadas, son elaboradas directamente; y hasta el gag más tonto procede de un guión, algo escrito. Separar tantos artes lingüísticos por herencia resulta contraproducente cuando de hecho hoy en día se relacionan y mezclan arbitrariamente, y dejan huérfanos otras muestras artísticas despreciadas en ocasiones (el cómic o el vídeo-juego por ejemplo), pero aun con sus puestos, regresan siempre a sus orígenes.

Señalar que el chiste y todo el resto del acervo popular en la lengua permite análisis lingüísticos muy puros al ser frases que se extraen sin ser afectadas por una artifialización fuera de contexto.

Además de todo recordad que en su inmensa mayoría sirve la literatura como ejercicio lúdico, sin importar el género, más de lo que algunos tocayos ancianos sepan apreciar. Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.

4 comentarios:

  1. ¿He publicado algo? Me parece que me he equivocado de boton...

    ResponderEliminar
  2. Me imagino. Ahora sólo te ha salido la pregunta.

    ResponderEliminar
  3. Bienvenido al club, yo me hice periodista porque quería ser escritora, me faltan asignaturas sueltas para terminar, ya las haré.
    Me ha gustado tu matificación, hay mucha gente que escribe y lo llaman escritor, que no tiene ni idea de nada ni sabe escribir. Ahora, lo que más vende es el "escribo como hablo", y que sea entendible no implica que esté bien escrito.
    Un besazo, Mario

    ResponderEliminar
  4. ¡Gracias! Parece que ha gustado el artículo, pero por suerte la fantasía y el artificio a veces se siguen utilizando, y bien.

    ResponderEliminar