Muy bien hecha, en serio... |
Antes de hablar de la película, os voy a contar algo sobre su origen. Más bien a su autor, Shôtarô Ishinomori, aun un autor récord, aprendiz de Tezuka, básicamente creo que podemos considerarlo al nivel de Kirby y demás titanes occidentales, pero además de gran autor de cómics, participó en la adaptación de sus obras y creó series originales para la televisión, algunas de las cuales tienen secuelas u homenajes hasta hoy en día (Super Sentai para empezar). Pero su niño bonito era Kamen Rider, tanto que es su muerte lo que marca el cambio de era en esa franquicia.
Hace unos 11 años, se estrenó esta reinterpretación cinematográfica de Kamen rider, volviendo tanto a los orígenes, que no solamente recuenta la historia con la serie de televisión en cuenta, si no que toma bastantes cosas incluso de la serie manga original. Como no soy un purista ni un talibán de la continuidad, veo esto como lo que creo que es: un homenaje a Ishinomori, a Kamen Rider, y un intento creo que acertado de dignificar el tokusatsu.
¿Por qué digo esto? Porque cinematográficamente hablando, esto no es una película promocional, ni un piloto largo. Esto es una película de género, consciente de lo que es, pero hecha con esmero y cuidado. La fotografía está hecha para que, combinada con el arte, vestuario y efectos, nos evoque una época remota y a la vez actual, atemporal vaya. Las interpretaciones, con toque clásico del género, evitan exceso de estridencias, aunque el guión como digo sí mantiene el espíritu de las series antiguas; pero la historia que cuenta se toma en serio a sí misma, sin llegar a extremos. Esto es una historia de super héroes oscuros, que puede compararse bien a Ironman o al más reciente Batman de Nolan, y lo digo muy en serio.
¿La trama? Shocker, una organización maligna que manipula el mundo mediante atentados clandestinos de manos de sus agentes, humanos modificados quirúrgicamente y enmascarados para ocultar su identidad y la propia existencia del grupo. Eligen al joven investigador (de universidad, ojo, no privado ni nada de eso, es un hombre de ciencias) Takeshi Hongo para ser uno de sus monstruos, Saltamontes, sometiéndole además de a cirugía a un lavado cerebral que le hace leal y abandonar su identidad. Cuando ataca a una pareja de periodistas detrás de sus secretos, él recupera sus recuerdos y decide abandonar el grupo, pero también la periodista Asuka Midorikawa le reconoce y culpa de las muertes, poniendo a ambos bajo el punto de mira de Shocker. El grupo empieza a mandar al resto de sus tropas contra ambos, incluido a un resucitado Katsuhiko Yano, el prometido de Asuka, ahroa nuevo "Saltamontes". Ambos se convierten en "héroes enmascarados" por sus sentimientos por Asuka y por su rencor contra sus malvados enemigos.
Olvidaos de las caretas de lucha libre, de los trajes de spandex o licra, en esta película el vinilo y el cuero son las pieles de monstruos y soldados sin rostro, además de nuestros héroes. Pero incluso los monstruos esclavos tienen su razón de ser, cosa que nos muestra esta película de manera más que sorprendente. El mismo sentimiento, el deseo de vivir o el amor, puede impulsar hacia el heroísmo o hacia ser un monstruo. El contar la historia desde el punto de vista del lacayo del mal, que parecía relegado a gag de Austin Powers, también es contado aquí.
En realidad, hay dos concesiones a la serie original de televisión; el segundo Kamen Rider, y el uso de material de archivo en la apariencia de uno de los villanos. La verdad, es que esta película se disfruta si te gusta el cómic clásico, aunque no conozcas mucho del género ¡buscadla!.
Pronto vuestro amigo y ciber vecino Mario seguirá con la secuela, Kamen Rider, the Next. ¡Hasta muy pronto!
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