Condenado
a Perpetua
Cita:
Llevo aquí casi dos
décadas, tú entraste hace una semana. Te aviso que no te puedes
permitir, si quieres salir pronto, meterte conmigo. Puedo conseguirte
cosas o puedo quitarte cosas ¿qué será bombón?
Preludio:
Mataste a un hombre.
Y a su mujer. Y a sus dos
hijos, un niño y una niña. Y al cartero, que no, no era un hombre
en esos pantalones cortos tan ridículos. La policía, el fiscal, el
jurado y el juez (¡e incluso tu abogado!)
no lo vieron como tú. No acabaste en un psiquiátrico porque los
mataste a todos por dinero y
drogas (y quien te pagaba
también acabó con sus huesos en prisión),
aunque no pudieron condenarte más porque era imposible. Te esperaba
perder el resto de tu vida entre rejas. Pasaron varios años
en los que no tuviste problemas en mantener tu adicción y tu mal
nombre,
pero en ese tiempo tu vida
se evaporó.
Pero sigues por aquí. Todo lo
hizo un supuesto psiquiatra especialista, un viejo amigo de uno de
los médicos de la prisión. Sus sesiones eran por la noche (algo
raro pero que parecía perfectamente normal cuando hablabas con él),
así que no veías raro que te encontraras tan cansado noche tras
noche durante la temporada de sus sesiones, aunque tú no dejaste de
ser como siempre (excepto algunos días que eras mucho peor) ni
recordabas nada. Luego llegó el día en que se debía marcharse en
un mes, pero antes te dejó un detalle y un trabajo que hacer. Te
convirtió en un Vástago, el médico era en realidad sólo un
esclavo, un Ghoul, para uno de los peces gordos entre la Camarilla
(las sesiones durante ese mes fueron las más provechosas la verdad).
Ahora, estás casi fuera del sistema, has pasado varios años
aprendiendo lo que significa ser un vampiro, tus poderes y a todo el
que entra en la cárcel. Cada noche que lo deseas en realidad puedes
salir de la prisión, nadie cierra tu celda de hecho; y luego está el hecho de que puedes hacer que nadie te vea y salir. Además de
para dejar de probar sangre de la cárcel y dar parte a tus jefes,
también coges cosas para vender en la cárcel y formar una pequeña
banda de otros Chupones de la base de la pirámide. Porque de momento
estás en la base, pero en la cárcel estás arriba; ahora a escalar
fuera.
Concepto:
Eres un tiburón en un
acuario, y lo peor es que antes de ser un monstruo que necesitaba
sangre ya eras un monstruo sediento de sangre,
pero no tan literalmente.
Ahora digamos que lo aprovechas más. Dentro de los muros de la
prisión controlas a los presos por medios como el miedo o las
necesidades que les ayudas a cumplir. Al contrario que los otros
contrabandistas de la cárcel (a los que dejaste con vida porque te
dan comisión sin rechistar), aceptas pagos poco claros
y privados en tu celda
(sangre, esa preciosa sangre
que les sobra);
y ya tienes una pequeña recua de Ghouls propios además de dar algo
de tu Sangre al médico de la prisión.
Eres una presencia nocturna en la prisión y en la ciudad, un
horror potencial y muy real; aunque de momento para evitar levantar
sospechas vuelves antes de cada mañana a tu celda (normalmente de
castigo, para evitar la luz
y aumentar tu mala fama y lo poco probable que es que salgas de ahí).
A
veces, para cubrir huellas de tus actividades y más cosas, levantas
auténticos tumultos levantando con tu mente enferma las pasiones de
los otros prisioneros. Has acabado con varios cazadores encarcelados,
un guardia incorruptible y demasiado suspicaz y con convictos
que simplemente te caían
mal o no te gustaba su
sabor.
Sugerencias
de Interpretación: Presumes
de todo lo que has hecho, aunque te tienen que recordar que te cortes
con mortales. Con los vampiros primero cuentas lo que hacías cuando
respirabas, sin decirlo; pero cuando lo cuentas te encanta ver la
respuesta, menos de lo que
te gusta ver las reacciones cuando captan lo que puede pasar les si
te enfadan. Comes con mucho placer y después de hacerlo te gusta
demostrar a grandullones lo que puedes hacerles a sus caras. Si estás
hambriento,
también a sus piernas, a sus cabezas y luego a otras cosas, también
de sus familias. Déjaselo claro, pero tampoco tanto como para no
poder pillarte un buen aperitivo con los más idiotas.
Y por supuesto, caza, tanto dentro como fuera de la cárcel.
Equipo:
Cuchilla
hecha en prisión, copias de las llaves de varios sitios de la
prisión, móvil de contrabando, caja de metal con material de
contrabando.
Trastorno:
Bulimia
[Personaje que he estado haciendo estos días, en nada otro, un Malkavian, que es uno de los Clanes más difíciles de hacer. ¡Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario!].
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