Ejecutor
de problemas
Cita:
Sí, no tenías
que haber cabreado a quien cabreaste.
No vas a salir de aquí andando, y menos con ese sobre.
Sí eso es, DÁMELO.
¿O creías que todo esto
iba de conspiraciones de
los Illuminati? Esto será
más sencillo de lo que pensaba...
Preludio:
Nunca has sido ningún
genio, ni siquiera cuando el oxígeno te llegaba al cerebro y los
pantaloncitos a las rodillas. Fuiste la mayor parte de tu infancia un
poco más grande que los demás niños, pero sólo porque tu cuerpo
tenía algo de prisa. Eras algo amenazador en clase y no tonto del
todo, pero no es que pudieras llegar a ministro o algo así (ahora
sabes que más que por tu falta, era que tu familia no estaba tan
bien relacionada como querías). Te decidiste primero por la carrera
militar, pero cuando no hay guerras lo único que podías tener para
imponer, es el rango sobre otros. Así que después de llegar a
ascender a lo máximo que pudiste, te cambiaste
de ser miliko a ser policía. Hay quien te preguntó si era por el
uniforme, pero no era por eso. Era por lo que te daba...
Querías demostrar que servías
para algo más, intentaste preparar las pruebas para la división
científica; pero no llegaste. Así que te hiciste valer como
policía, ascendiendo; llegando a asuntos internos, haciendo que todo
el mundo te debiese algo. Así con méritos y "buen hacer",
cumpliste tu sueño; no quebrando el sistema, si no haciendo que te
sirviera a tus objetivos. Cuando entraste de hecho, lo hiciste desde
arriba, poniendo firmes a esos cerebritos. El trabajo turbio te
consumió tanto que tu mujer se llevó sólo a los niños, apenas
pensión que no pagas. Desde ahí y con amigos y conocimientos por
toda la institución policial, te estabas preparando para intentar
seguir escalando; o al menos, ahorrar y asegurar la jubilación. Por
desgracia, casi se descubre tu "plan de pensiones", por
culpa de varias irregularidades durante una investigación de
homicidios, mutilaciones de animales y allanamientos que atrajeron
todas las miradas sobre ti y tu trabajo, con resultados imposibles de
laboratorio que ni tú conocías ni habías "cocinado".
Cuando te pasaron por lupa casi lo pierdes todo, así que recuperaste
un par de contactos y buscaste la mejor pista posible. Reuniste un
equipo, con unas cuantas armas "recicladas" y cuando
intentaste resolverlo a tu estilo, de los cinco agentes que eráis
para limpiar lo que fuese que hubiera en la antigua mansión (único
lugar de donde podían venir las partículas, un cañón motiva para
no errar, el técnico estaba seguro).
Fue una masacre, sangre por
todas partes. Sólo saliste tú de allí, pero ahora tienes otro
lugar donde ascender, otros superiores y otra ocupación. Tu talento
para amedrentar, tu capacidad para tener éxito y no desafiar, tus
conocimientos forenses y tus contactos en la policía eran un valor,
pero fue tu lado oscuro y tus chanchullos lo que hicieron que hubiese
un rastro de migas de pan, bueno más bien sangre. Ahora eres un
Tremere.
Concepto:
Antes cometías tropelías
para tener a la gente bien sujeta y poder escalar. Ahora es igual,
pero sin vergüenza y sin necesidad de usar de placa ya. Empezaste
buscando y dejando para el arrastre a quienes pusieran
al descubierto los secretos del Clan. Pronto empezaron a contar
contigo para encontrar y castigar riesgos contra la Mascarada y las
Tradiciones (de hecho tu coterie
está compuesta por gente que te debe una porque no acabaron
empalados como novatos torpes o les ayudaste a taparlo o a tener un
castigo menor). Ahora que
para tus antiguos colegas estás en el sector privado, retirado
públicamente del servicio, no tienes más que preocuparte de pagar
nada a nadie, excepto a tus
Antiguos y al Príncipe, pero ya les has demostrado su inversión.
No
has estado más vivo desde que estás No vivo,
te encanta ser un vampiro. Y más un Tremere. Cuando te necesitan,
todos saben tu número, pero sólo aquellos que no temen que tú les
llames te interesan.
Sugerencias
de Interpretación: Cuando
algún Ancilla o Antiguo está cerca intentas no resaltar. Cuando
estás tú y otros Neonatos
o Chiquillos, entonces no te importa pavonearte o ponerte al mando.
Si estás persiguiendo una presa
(por tu placer, por encargo u obligación),
nada te detiene. Pero no te excedes, a los mortales por ejemplo les
puedes ordenar o hacer sugerencias para que dejen sus móviles o lo
que sea que necesites a ti, sabes decir lo necesario para que les
parezca hasta natural;
amedrentar ha sido tu vida, usar los trapos sucios también.
Cuando debes castigar a un Vástago, no vas más allá de estacar.
Sabes que lo peor se les ocurre a los veteranos, y te gusta amenazar
con ello, además de mirar.
Cuando dejas algo caer (sea un cuerpo, una colilla o lo que sea),
haces que otro sea siempre el que lo limpie.
Equipo:
Revólver, pistola
"incautada", credenciales, equipo forense, móvil de
tarjeta liberado, tablet con
distintos cartuchos de memoria,
mando pirata para coches.
[La Taumaturgia y un Tremere con mala leche me han curado el bloqueo creativo ¡Muy pronto cosas (buenas y distintas) de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario!]
Por un momento me líe y pensaba que era Ventrue. >_<
ResponderEliminar(Y siempre es una conspiración Illuminati)
En Mundo de Tinieblas suelen ser más otros jajaja, pero ves sigo insistiendo en romper los arquetipos y prejuicios.
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