Puede resultar raro, pero si queréis jugar a Leyenda de los 5 Anillos da algunas ideas para crónicas y personajes. |
Sigo pensando que en general, el tono de las series de super sentai de los 80 eran más violentos y dramáticos, llegando a tener momentos realmente de terror; con las series después de los 90 mucho más re-enfocadas a su público que son los niños. Sin embargo, el tono de esta es serio. Seria y muy dramática es esta serie, llegando a dejar una auténtica sensación de series como Liveman, Y sin embargo, con medios digitales y aprendizaje de décadas, creo que la producción de esta temporada tiene un valor añadido muy bueno. Pero como digo, el tono y las tramas serias, sin dejar de lado algunas idas de olla o historias más cómicas, domina. Katanas y magia de nombres, poder de las palabras, que en este caso es heredado por ciertas familias con la misión de detener a un ejército de seres infernales... ellos son quienes forman a los Shinkenger.
Y todo es en gran medida, por los personajes. Todos parecen muy bien pensados para la trama, con puntos que los hacen muy humanos, al tiempo que responden de manera muy coherente a una situación extraña y ajena al día a día, como es ser un samurai moderno; o más extraño para cualquier espectador moderno, ser un señor feudal. Los rojos siempre suelen ser protagonistas y/o líderes de los super sentai. Aquí tenemos ambas cuestiones encarnadas en Shiba Takeru, un señor feudal y líder por linaje de los Shinkenger, continuador de una historia y deber de siglos, que ha sido criado desde niño para ser un digno señor para sus vasallos, con lo que tenemos tal vez al rojo más serio y responsable, al tiempo que soberbio, en mucho tiempo: pero también una progresión nada forzada a verle dejar de ser el serio Shinkenred a ser Takeru, una humanización del personaje que creo no haber visto nunca (pondré una parte de spoilers después). ¿Y quienes son su vasallos? Pues no todos ellos os dirán que sí, que lo son. El primero en responder sería Ikenami Ryunosuke, ShinkenBlue, tradicional y criado en valores por su familia, además de actor de kabuki con mucha vocación; es estricto y reglamentario hasta decir basta y asume lo que se espera de él sin dudar, aunque aprende a llevar la obligación por deseo propio y no solamente porque se suponga que debe hacerlo. Algo similar ocurre a Hanaori Kotoha, ShinkenYellow, la más joven, sustituta de su hermana mayor más enfermiza, ha sido siempre buena en pocas cosas, y asume sus debilidades como inevitables, como problemas para los que le rodean, pero sus ganas de superarse son honestas, como ella sola, u personaje adorable. Entre la aceptación, la resignación y buscar otra cosa está ShinkenPink, Shiraishi Mako, una joven con muchas ganas de ayudar y aliviar a otros, causadas por crecer sin sus padres, busca más que ser una buena esposa como dice siempre, tener una familia, lo que encuentra en este grupo de héroes; y cuando digo que le gusta ayudar, es que tiene más síndrome de enfermera que la madre de Marty McFly. Luego tenemos al opuesto, al que desea luchar porque quiere ser fuerte, no por ser un desfasado samurai con un señor, Chiaki Tani, el rebelde y libertario ShinkenGreen, que lucha porque es lo correcto, y protege a Takeru porque le admira como compañero y amigo, no por su deber; además de ser rápido con la lengua, más que con la katana. Luego está el hábil creador de magia digital, creador de shushi corriente y saltimbanqui de turno, Umemori Genta, ShinkenGold, auto nombrado samurai para cumplir con su amigo Tajkeru, es un héroe del pueblo pro así decirlo, y está lleno de ilusiones: ser Shinkenger y ser un gran cocinero; es el causante de la primera y casi la única carcajada de Takeru (y el personaje de donde salió GokaiSilver). Ellos son atendidos y entrenados por la amable y estricta mano de Kusakabe Hikoma, tratado como Jii (o anciano), padre de su propia familia pero también por pura crianza del propio Takeru. En esto y en casi todo lo demás (desde tirar la basura a desalojar a los civiles indefensos) están los Kurokos, aquellos sin poder pero gran deseo de luchar contra los monstruos (y son quienes llevan los estandartes y despliegan las lonas donde aparecen los héroes).
Los malos de esta temporada son criaturas nacidas del río Sanzu, el río del otro mundo, seres que por ello necesitan ese agua cargada de todo el mal de la humanidad (inspirando y pareciéndose a muchos youkai de las leyendas además, recordando a los de Kakuranger), por lo que tienen oscuros apetitos, atrayendo a aquellos que se salen del camino y caen en la herejía, los Gedoushu. Habidno unos monstruos masillas de poder y tamaño variados (Nanashi, Oonanashi que son gigantes, Nosakamata y Oonasakamata que son los más grandes), además de Ayakashi, monstruos de la semana que son seres directamente surgidos de las aguas del río del inframundo. Pero también las personas llenas de pasiones impías pueden transformarse en monstruos de este tipo, es lo que les sucede a dos personas, un asesino (Juzo) y una mujer obsesionada con un amor no correspondido (Dayu), que llevan la tragedia en sus historias, pero sin camino a la redención en sus finales. El malo final es tal vez demasiado simple, pero da un buen espectáculo hasta que le ganan, Dokoku, una criatura de pura rabia y rencor. Las aguas del río deben desbordarse en el mundo humano antes de que todos (excepto los que no son criaturas nacidas en él) puedan conquistar el mundo, necesitando para ellos provocar dolor y librarse de los que han jurado combatirlos, los Shinkenger.
Sección de Spoilers a continuación:
Takeru en realidad no es el señor de sus vasallos, es un kagemusa o sombra, de la líder del clan Shiba auténtica, Kaoru. Criada solamente como una princesa de tiempos antiguos, es la única con el poder de sellar a Dokoku, pero esta revelación resulta terrible para todos, especialmente para Takeru que se siente vacío sin su papel de falso señor. Aclaro, él y Jii sabían todo, pero nadie más. Mako se crió sin sus padres, que estaban en Hawaii porque las heridas morales y físicas de la batalla dejaron a su madre en silla de ruedas, pero aun debían cumplir con las obligaciones como samurai de la familia de ésta, dejando a cargo de su abuela a una pequeña y abandonada Mako. Genta, a su manera también sigue un legado, el de hacer shushi, pero la parte de usar dispositivos móviles en vez de pinceles, además de un estilo libre de espada corta, no le hacen samurai, pero sí un cambio inesperado para los demás. Juzo y Dayu, tienen equivalentes en Power Rangers, pero aquí no están relacionados, solo historias paralelas, y están como cabras, y lo estaban como humanos ya.
Como veis, el tono es muy solemne, pero conscientes de lo absurdo de esos arcaísmos, los reivindican en gran medida, pero no de forma acrítica ya digo. Es una serie MUY japonesa, ¿pero qué esperábamos? Una serie de samurais y super sentai mezclados, es lo que toda. De hecho, uno de los especiales es tan loco y chiflado que es apreciable que lo pongan a parte, toda la serie aun con comedia ahí y allá, tiene tono serio y dramático. Si os atrevéis...
Ved esta serie, ya veis que el Opening es muy bueno. ¡Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario!
El ranger verde tiene una pinta de ambiguo que no puede con él.
ResponderEliminarAparte; que no podemos quejarnos de que esta temporada los malos sean sucios. Vienen todos lavadicos del río.
El azul lo es más, si ves la serie en la realidad, el verde es que es rockero además jajaja.
ResponderEliminarY sí, pero es que se secan literalmente, por eso tienen que volver al río cada poco rato ¡Gracias por comentar!.