viernes, 21 de octubre de 2016

La dolorosa verdad sobre la trilogía de Batman de Nolan: ni tan buena ni tan profunda...

¡Hago secuela de una entrada! No creo que lo transforme en sección, pero creo que tengo material para hablar de las tres películas. No diré que son imposibles de ver, o que han envejecido mal ya que ni una cosa ni otra son ciertas en absoluto. Pero creo que tienen puntos flacos, tanto en conjunto como en cada una de ellas, y eso expondré a continuación, ¡y sin citar a Marvel si puedo!.

Empecemos por el principio, por Batman Begins. Aquí tenemos lo básico de Bruce Wayne/Batman: la muerte de sus padres, su compromiso con la venganza y luego la justicia, y su estética de murciélago. Al revés que la mayoría, crea un interés romántico, una mujer recta y fiscal limpia que sirve para aleccionar al personaje. Y luego los dos adversarios mundanos de Bruce Wayne: el mafioso y el ambicioso hombre de negocios. Son estos tres personajes y sus tramas las que más me interesaría ver exploradas, pero en todas ellas se despachan rápido conforme avanza la película.
De hecho, otro problema es derivado de sus fortalezas. Gracias a que los dos personajes que más ayudan a Bruce/Batman sabiendo su identidad son interpretados por actores con solera, y que el comisario es también un peso pesado, creo que hacen que Batman luzca menos, especialmente porque ponemos rostro a la gente que le hace ser Batman, y claro, luego tenemos a Liam Neeson siendo el mentor del héroe, otra vez, y con giro más que previsible de que es el villano.
Ra's al ghul, un ecoterrorista en muchas de sus apariciones de cómics, es aquí una especie de "gran ecualizador": busca terminar la ciudad como toque de atención al mundo sobre el devenir de la historia. Venga, vale, es una interpretación pedante, pero vale para un villano. Pero como todo villano hace trampas: si la ciudad debe ser obligada a autodestruirse, tal vez es que no estaba tan mal. ¿Y de verdad armas experimentales y extractos alucinógenos hacían falta?.
Una de las esencias de Batman, el componente verosímil de toda la motivación del personaje es que el mal y la injusticia no tienen rostro, lo que hace al Murciélago un Caballero Oscuro quijotesco que no puede vencer a los molinos de la violencia y la desesperación, pero que combate igualmente. Aquí, no sucede eso: la ciudad tenía más problemas por culpa de la Sociedad de las Sombras, la delincuencia está toda liderada por una sola persona (o al menos la que importa). Todo ese viaje aliterado de rico traumatizado a héroe, donde aprende artes marciales y las razones que llevan a alguien a delinquir se quedan en anécdota que no lleva a ninguna parte.

Pero es la celebrada, el Caballero Oscuro, la que cierra ya del todo una trama de la primera, con cambio de actriz incluido. ¿La amiga fiel? Pues aunque pudiéramos pensar en que era por ser fiscal que no quería parar a su amigo, para evitar romper sus propias ideas; no es esa la razón de su abandono, la razón de su abandono era que Batman es un ser virtuoso de luz, y como héroe solitario así debe seguir (también habitual en los cómics es esto, e impuesto a otros personajes). Y si en la primera Bale tenía que vérselas con otros actores para no perder protagonismo, aquí ni lo intentó...
El Joker puede que no consiguiera volar por los aires todo, pero desde luego Heath Ledger robó toda la película (hasta me pregunto cuanta ayuda en el montaje ha tenido esto), y conseguir hacer a un monstruo amoral y destructivo simpático a ojos del espectador es difícil, pero lo hizo. Tristemente también es un mentiroso. Vale que sea un agente del caos, pero es que lo de que no "tiene planes" no se lo debería creer nadie. Recluta y dirige a sus hombres para cumplir sus objetivos a la perfección. Demasiada perfección, pero aun con todo sigue planes y no deja nada al azar, lo que es del todo opuesto al caos que tanto se supone que representa.
La trama de Gordon muerto pero no, mejor ni digo nada...

Y vamos con Dark Knight Rises, el fin de la saga, a la que ya dediqué palabras amables aquí. Pero ay, hay tanto que rascar de esta película... Porque viendo las tres en conjunto, los desmanes y brillanteces de cada una raramente se distancian tanto, incluso el fondo que simplemente emerge a la superficie. La idea, la moraleja de esta película y de todas las demás, es que el poder y el dinero tiene unos dueños legítimos y otros que no lo son. Cualquiera que ataque esto (Ra's al ghul, el Joker o Bane; pero también los mafiosos, los delincuentes desesperados o el contable avispado) merecen un castigo y no alzar la voz ni intenten cambiarlo, no sea que provoquen algo peor.
Que Batman, utilice la mentira para hacer promover impunidad y tiranía de la ley, toma ya. Lo peor es que todo el viaje que hace el personaje sabe a repetitivo, porque repite dudas y problemas de la primera película, y no queda nada claro que haya motivos para este retroceso. Igualmente, ese Bruce Wayne a lo Howard Hughes detenido durante años, ahora resulta que solamente necesitaba un pequeño empujón para recuperarse... y lo mismo otra vez con la espalda. En una cárcel solamente existente en historias muy de cómics, pero en un país lejano y exótico, pero que no puede existir en el mundo "realista" que nos habían insistido repetidas veces...
Igualmente, entre recuperaciones milagrosas y cárceles que son inútiles, tenemos un generador de energía que también puede ser una bomba que cabe en una furgoneta. Porque este mundo es realista. Porque una ladrona de una ciudad ya es reconocible por sus antecedentes en todo el mundo, de verdad que sí. Porque una máscara puede ayudar a controlar una enfermedad desconocida de un terrorista sin voz, pero una máscara de lucha libre en un traficante de sustancias dopantes es ridículo. Y la otra mujer, la que seduce a Batman/Bruce Wayne es la hija de su mentor y la mente maestra de todo lo que ha ocurrido... y se podía prever, el contacto carnal mancilla más que la mentira...
A mí personalmente, algo que a un amigo le rechina mucho, el abandono del fiel Alfred, es lo que le hace aborrecer esta historia, y yo aunque no dudo en entenderla, también veo lo fuera de lugar que resulta en el momento que él decide abandonar a quien protegió...

Pero no me hagáis caso a mí solamente, ha habido muchas otras personas que han señalado los fallos de la tercera, yo solamente no adoro tanto la segunda. Para muestras estas dos entradas: sobre la mala localización en una historia donde era clave, y dos sobre como las ideas reaccionarias de la última cinta devienen en un problema para la historia (aquí y aquí). Pero en breve, la trilogía no es mala película de super héroes, pero lo hace con Batman que es un vigilante, no es un detective ni un táctico como se supone que es, sus recursos son de otros en muchas ocasiones y el mensaje, si se suponía de calado social, psicológico o emocional, se pierde o se queda en ínfulas. La verosimilitud (no me gusta el término "realismo" como virtud o característica de la ficción en general, solamente como movimiento concreto), tampoco está tan presente como se pretendía.

Espero que no odiéis a vuestro amigo y ciber vecino Mario, aun queda otro artículo con bilis...

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