jueves, 10 de febrero de 2011

XV - El Diablo



En el Tarot tradicionalmente vincula al Diablo a lo físico, lo mundano, lo profano y el estar demasiado pendiente de estas cosas perecederas y pobres espiritualmente. Pero debido a su fallo, a su lado mundano, también representa proximidad. Donde la razón está en la cabeza, estas cosas circulan por todo el resto del cuerpo, humores primarios que diríamos.
Yo no soy una persona que piense mal de lo mundano, es lo verdaderamente real, y lo espiritual no es si no la manera que tenemos de dar le significado: profano y sagrado, material y físico. Los seres humanos somos así, con dos caras...
El lado instintivo e impulsivo de las personas, muchos lo ven como el peor lado, pero por lo que a mi respecta la razón es más peligrosa... el pensamiento lleva a los dogmas y eso es más peligroso que la ira. La ira escapa, es un fallo en la tubería de gas que tenemos dentro; los dogmas son como bombas preparadas, tienen una función y una lógica macabra, son herramientas... Yo por eso me siento orgulloso de a veces, ser una persona física.
Es por eso que prefiero bajar el nivel de pensamiento, hay cosas del mundo que me dan arcadas, me revuelven las tripas y prefiero que no pasen mucho por otras partes de mi cuerpo. Me pasa con los del PP, la gente de derechas de la TDT , de A3 y los comentaristas digitales sin rostro de ciertos sitios especialmente. Les tengo inquina y lo admito, mi cuerpo casi me impulsaría a tratar con ellos con un hornillo de camping, un destornillador y alicates... pero eso es mi cuerpo. Mi mente, a esa prefiero tener la afilada a lo que le corresponde, argumentos y opciones para hacer lo contrario a lo que ellos dicen, o mejor dicho, hacer cosas.
Esa clase de personas son conformistas, falsas, hipócritas y avariciosas; algunos por profesión (¿en serio creéis que creen todo lo que dicen?) en gran medida y otros por hastío y senectud (aunque tengan menos de 10 años más que yo). Han visto y reflexionado de cosas, y en vez de ver el lado bueno, se han convencido de que lo mejor que pueden aportar es lo peor: dogmas y bilis. Yo mi bilis me la guardo y los dogmas los mantengo (o intento mantener, éxito relativo) en ideas. Yo prefiero morir me yo y que eso represente una mejora para la gente que permanezca después, ellos muchas veces propugnan cosas lesivas únicamente porque ven la felicidad de los que son distintos como una afrenta (¿cómo explicar si no su nacionalismo recalcitrante y homofobia abrasiva?). ¿En serio eso les viene por la razón pura y dura? Pues me quedo con mis instintos, que solo me atañen a mi, incluido los malos... yo por lo tanto me responsabilizo de eso. Sus dogmas y soflamas pasan a otros, que hacen el mismo daño... pero sin que sea su culpa... ¿Es justo eso?
La moral así para mi no deja de ser eso, una serie de ideas que se oponen a los impulsos, si es a los tuyos vas bien, si a los de los demás... solo es miedo. Y hay mucho...
A los auto proclamados benditos y buenos cristianos, me presento, como diablo, como brujo... a vosotros como vuestro amigo y ciber vecino Mario.

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