sábado, 17 de octubre de 2015

Troll de Internet Toreador Antitribu (Concepto para Vampiro la Mascarada XI)

Troll de Internet

¡Mira esto que he escrito colega "@lilith1993: Eres una PUTA GORDA, MUÉRETE. Solo el puente de la autovía puede soportarte, salta a ver si lo vas a romper" y la muy imbécil, no te lo pierdas, está en el puente. Venga, vamos a cenar, lo mismo podemos llegar antes que salte.

Preludio: En el colegio y en el instituto no lo pasaste bien. Tenías pocas amigas y (menos) amigos, los que te odiaban eran muchos más. En el colegio fueron tirones de pelo, insultos, guarradas con el bocadillo, sustracciones de tus cosas y el vacío. En el instituto a todo ello se sumaron rumores y presión, pero poco a poco, aunque apenas erais ya 5 amigos, te fueron dejando en paz. Cuando la mitad del grupo se fueron fuera de la ciudad o del barrio, empezasteis a usar Internet para seguir en contacto. Y todo fue bien un tiempo, porque por una vez ganaste amigos y amigas. En Internet podías ser cualquiera, podías ser tú misma, sin miedo al maltrato y a las risas de hienas de tu clase.
Poco a poco de hecho te adentraste más y ganaste eso que no conocías, la confianza. Tanta tenías que alguien al otro lado de la pantalla te enseñó cosas totalmente fascinantes: Poesía, romance, música que no salía en radio o televisión, cosas hermosas. Tanto parecía entenderte, que te le declaraste, él te envió una petición de vídeo, pero no tenías cámara. Él era un par de años mayor, tan pálido y guapo como un ángel de la noche, como aquellos que poblaban las historias que te pasaban y te habían empezado enseñar lo que era el amor. Tú hiciste lo propio, enseñando tu cuerpo adolescente a través de Internet, compartiendo además tus intimidades. Había tanto que parecía mejor que la realidad en ello: el halo de misterio pero también el hecho de que no era "real de verdad". No podía salir nada de la pantalla y morderte.
Pero lo hizo, claro que lo hizo. Al mes de aquello, tus imágenes acabaron por toda la red, hasta incluso llegar a los ojos de tus torturadores reales. Aquella persona a través de la pantalla se convirtió en el líder de una jauría, como si tu intimidad compartida fuese una invitación a monstruos a entrar a tu casa. Tu familia nunca te había comprendido, pero entonces pasó a avergonzarse de ti. Te abandonaste a la muerte, no deseando nada más que ser otra persona en carne y hueso, pero sin tanta carne. Fue entonces, cuando el aspecto demacrado ya se veía por otros, cuando el demonio del ordenador te ofreció perdón y el amor, en la muerte claro. La única salida que te dio fue cortarte las venas, pero lo haríais juntos, y podrías acompañarle en la muerte. Lo hiciste, te pareció una buena idea, la única y última salida. Pero cuando ambos os cortasteis la venas, solamente de las tuyas brotó sangre. Él y sus amigos monstruos revelaron su aspecto, se cebaron contigo. Tú lo hiciste luego de tu familia y de todos aquellos que te dañaron. Luego, ya te explicaron. Bienvenida al Sabbat. Oh, dios, como disfrutaste de alimentarte despacio de todos ellos, pero había más por hacer.
Concepto: Ya no eres humana, los Ritae y toda la preparación que tu Sire realizados sobre ti consiguieron enviarte a la locura primero, a la inhumanidad después. Ahora haces como él, cazando en Internet presas, víctimas para el Sabbat y para ti. De vez en cuando has jugado como tu Sire, buscando separar del rebaño a alguien especial, pero nadie que has cazado así ha soportado ni la mitad que tú. Puede que porque has sido más extrema que tu Sire, o puede que no hayas encontrado a la persona adecuada. Tus compañeros de manada miran raro el hecho de que tu Dominio no sea "real", pero tú les contestas que sí lo es. El daño que haces es más real que sus bravatas y gamberradas, aunque ellos piensen otra cosa.
También hay algo que tiene gracia, hay gente que sigue tus comportamientos, meros mortales que siguen tus ataques, y tampoco te planteas "Abrazarlos". ¿Qué sería el mundo sin peces medianos?. Eres una "maza contra los débiles", si te dedicases a elegir a los fuertes ya hace tiempo tendrías una manada entera de seres como tú. No, mejor ver si son fuertes, ninguno aguanta mucho, menos del tiempo que tardes en averiguar todo de ellos. Cuando dan sus últimos pasos en la vida, ahí estáis tú y tus amigos a alimentaros de lo que dejen de sus propios despojos.
Sugerencias de Interpretación: Estás enganchada al ordenador y al móvil, atenta a tus presas. Investigas mucho antes de acercarte, sacando todo lo que puedas. Cuando lo necesitas, usas tus poderes, pero en general prefieres ser algo virtual. Cuando atacas en la vida "real", eres grácil y cruel como un gato. No pierdes el tiempo añorando tus días mortales, ya no eres una víctima. Ahora eres un monstruo que está en todas partes (o casi). Finges ser muchas personas, te encantaría aprender Ofuscación o Vicisitud, pero de momento te conformas con cambiar tu aspecto. Lo haces para ser el gancho perfecto para tus víctimas, y para disimular con extraños a tu manada, pero prefieres tratar siempre con mortales a través de pantallas, no quieres tocarles más que con algún palo o cuchilla.
Equipo: ordenador encriptado, lejía, pastillas, cuchillas de afeitar, tijeras, cuerda, tintes para el pelo, ropas variadas, móvil de tarjeta con conexión a Internet.



[Considero que el ciber acoso es un tema muy grave, las personas que lo realizan no son ejemplos a seguir; esto es ficción, no una admiración. Es un retrato distorsionado, un vampiro Sabbat del Mundo de Tinieblas. Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]

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