Tradición
Mágica – Sorginak y Aztiak (Sorginak Mágicos)
Estos hechiceros y hechiceras pueblan los territorios de los Vascones, herederos de los antiguos aliados y enemigos de estos (celtas, romanos y godos) en distinta medida. Se distinguen de sus compañeros feéricos en que su poder proviene del Reino Mágico y en seguir tradiciones en lugar de los dictados de las hadas. Habitan con profusión en lugares apartados en donde algunas veces les buscan por su consejo gente que quiere aprender de ellos. Hay tanto hombres como mujeres, y se distinguen según su especialidad, la habilidad de Tomar (Sorginak) o la de Visiones (los Azti). Algunos afirman que Apromor procedía del primer linaje, lo que hace que algunos Flambeau sean respetuosos con estos hechiceros.
Virtudes
y Defectos Requeridos: Maña
con Tomar (Sorgin) o Maña con Visiones (Azti), Susceptibilidad a lo
Divino.
Artes:
Todas las Artes Gruagach.
Historia
y Cultura:
Las
Sorginak son las hechiceras guardianas de las antiguas tradiciones
vascas, siendo un nombre genérico en gran medida, puesto que existen
también Sorginak feéricas siendo estas mágicas. Los Aztiak por el
contrario son siempre mágicos. Tienen las Sorginak como misión
castigar a quienes intentan apropiarse de lugares sagrados, lo que
les garantiza unos recursos sobrenaturales amplios para hechiceros
solitarios. Celebran reuniones alternativamente. Un Azti por el
contrario garantiza consejos a aquellos que se lo piden y lo merecen.
Los
seres que habitaban las tierras bascas ancestrales, conocidos como
Jentilak y comparables a gigantes, erigieron cromlech y dólmenes
como los Mairu (o Maurak, unos extraños habitantes no del todo
humanos). Sus descendientes heredaron su fuerza y el beneplácito de
las fuerzas invisibles. Pero con la luz que anunció la llegada de
Kixmi (Cristo), uno de esa raza les conminó a adorar a ese nuevo
Dios, pero todos ellos se escondieron o murieron derrotados por
santos, clérigos o héroes que contaban con la gracia de Dios. Aún
así perduran sus hijos mortales: Sorginak y Aztiak.
Dada
la reciente conversión al cristianismo de la región, el Paganismo
es habitual, pero está en decadencia. Los Sorginak son defensores de
sus dioses antiguos y de los seres sobrenaturales que se han
refugiado fuera del alcance de Cristo y su Iglesia: Regios debajo de
construcciones megalíticas, Auras en lugares remotos y así. Sin
embargo, como sacerdotes y sacerdotisas ancestrales también deben
mantener vínculos entre los dioses y seres ancestrales, las tierras
que han abandonado y los que antes les debían deferencia. De ahí
proceden dos costumbres: la celebración de akelarres y eperlanda
(campo del chivo y prado de la perdiz respectivamente), y que estén
padeciendo la influencia de otros reinos. Las Sorginak y sus
aprendices sirven a Mari, a través de no sólo la guardia de sus
santuarios, proteger a sus líneas familiares (míticos linajes
nobles y hechiceros que son sus descendientes) y mantener vivos los
antiguos relatos. La conexión con los poderes ancestrales les va
arrebatando su humanidad, y en ocasiones se les confunde con los
seres como los Mairak, los Jentilak y similares, incluidas las Lamias
(Y sus masculinos los Lamiñak). Otras deidades son Akerrbaitz,
Culebro, Maju y otros seres que son acompañantes de la propia Diosa
(si son distintos nombres a la misma criatura o entidad o distintas
deidades se desconoce fuera de las propias Sorginak), o Urtzi, una
especie de forma vasca de Jovis, dios del cielo, que suele ayudar a
los Aztiak como Mari a las Sorginak. Olentzero es un ser feérico que
trae regalos a los niños en Navidad y parece una especie de anciano
leñador o carbonero, e incluso algunos santos han pasado a ser seres
tenidos en cuenta por las brujas.
Los
Akelarres (y Eperlandas) son reuniones en nombre de un antiguo dios o
espíritu que tenía la forma de un macho cabrío, y esto les ha
atraído mala fama o incluso corrupción. En otras reuniones piden
favores a su antigua Diosa, que ahora aparece con forma de una
poderosa señora feérica (puede que una suplantadora o versión),
pero que aún su personificación o Aspecto Mágico aún responde.
Debido a una búsqueda de aprendices han tenido que a aceptar en sus
filas a hechiceras que comparten poder y naturaleza con otros reinos:
Feéricas, Infernales y Divinas. Eso ha aumentado las tensiones en
las filas de estas hechiceras y hechiceros. Igualmente algunos se han
unido a la Orden de Hermes.
Magia:
Practican
la magia exactamente igual que los Gruagachan pictos, con la única
excepción que utilizan el Aquitano o Euskera Arcaico para todo lo
que utilizan los Grauagachan el Picto. En sí es el Aquitano el
idioma que hablan las criaturas sobrenaturales Vascas. Es
comprensible con diferencia de 2 por otro hablante de algún dialecto
de la lengua Vasca, una especialidad en brujas o seres mágicos puede
reducirlo. Dado que no existe apenas tradición literaria fuera de
los escasos textos arcanos no es muy importante, puesto que
normalmente es en latín o alguna lengua como el castellano en la que
estarán escritos los textos. El Alfabeto latino es usado por estas
hechiceras para sus prácticas mágicas.
La
única diferencia entre los poderes de las Sorgiñak y los Gruagachan
es la capacidad de estas de usar el Rango de Conexión Arcana y el
Objetivo de Límite, aunque sólo de una única y determinada manera.
A las Sorginak, al finalizar el mínimo de su aprendizaje, su mentor
les realiza un tatuaje encantado que les garantiza de la Virtud de
Ceremonia mientras mantengan su palabra y su fidelidad al Aquelarre.
Pueden usar Ceremonia de la forma apropiada, pero requieren Vis para
afectar al Objetivo de Límite además de realizar el ritual. Por
cada Magnitud final del hechizo gastan un peón de Vis utilizable
para el conjuro y de media hora que gastan realizando el ritual. Esto
requiere tener aprendido el conjuro, con lo que si rompen la geasa
que les condiciona la Virtud, perderán todo conjuro que también
posea esas guías, puesto que es la Habilidad de Ceremonia lo que les
capacita para usarlo. Pueden también dar la capacidad a No Dotados
o aprendices con una duración menor, sólo para realizar los hechizos en los Límites. Estas
actividades son muchas veces realizadas durante sus reuniones,
aquelarres y eperlandas.
La
Corrupción tiene distinto efecto según el sexo del hechicero, pero
no es muy diferente de la Transformación en Troll de los más
norteños de este tipo de hechiceros, pero los Aztiak y Sorginak son
siempre transformados en Jentilak y Maurak respectivamente, unos
tipos de Gigantes y humanos mágicos, mientras que las mujeres de la
tradición adquieren rasgos de Mari hasta desaparecer todo rastro de
humanidad e incapaces de salir de Auras o Regios Mágicos. Los
resultados de la transformación no son muy distintos de los otros,
sólo que las mujeres suelen tener pies hedidos o maldiciones que les
previenen de acercarse al Dominio, además de padecer ciertas otras
maldiciones y pasar a formar parte del cortejo de la propia Mari,
similares a las lamias (ninfas de esta región).
La
versión propia del Misterio del Alma Externa no crea un vínculo con
un pequeño objeto oculto, si no que ata al hechicero con un refugio
sobrenatural. Puede ser el lugar donde su grupo celebra los
akelarres, lo que utiliza como equivalente a laboratorio o un punto
secreto e inaccesible. Igual que para los hechiceros de otras
tradiciones similares, un ligero daño basta para romper el
encantamiento, pero ese daño incluye afrentas simbólicas: romper un
tabú impuesto en el ritual dentro de ese lugar, destruirlo
totalmente, conquistarlo u ocupar lo rompen el vínculo como una
arañar una piedra donde contenga el alma de un Gruagachan. Un lugar
pequeño puede ser más fácil de desacralizar que uno mayor,
considera la puntuación de Cultura Local o Cultura Sorgin (la menor)
multiplicado por la puntuación de Aquitano del hechicero para ver la
extensión máxima en pasos con la que se vincula. El otro misterio,
el que les une a un espíritu o animal invisible, conocido en Escocia
como Fetch, es igual pero en ocasiones le llaman desde
jentiles hasta mamur, suelen ser hombres de aspecto extraño y no
animal.
Personajes:
Los
personajes deben elegir si son de un Azti o Sorgin o Sorgina, elegir
la virtud adecuada y el defecto de Susceptibilidad a lo Divino. Más
allá de eso los miembros con el Don no cuentan apenas con defectos o
virtudes o defectos requeridos, aunque sí habituales: Sangre de
Gigante, Reservas de Fuerza, Duro, Grande, Sangre de Hada,
Constitución Resistente, Determinación, Fuerza de Voluntad. Al
menos alguno de estos rasgos ha de ser tenido en cuenta para iniciar
a los No Dotados, no necesitan todas pero sí alguna. Existen poderes
que personajes grog pueden poseer para que cuenten como miembros de
la tradición como Premonición o Magia Campesina (Ver Sundered
Eagle) a discreción del narrador y el grupo. Dotadas o no, es
habitual que cuenten con la Virtud “Pacto Espiritual” con alguno
de sus Dioses o genii loci más poderosos.
Todos
los miembros de la Tradición son entrenados en Cultura Sorginak,
Cultura Mágica, Aquitano, Atención, Cultura Feérica, Penetración,
Liderazgo y Cultura Vasca además de las Artes de la Tradición. Los
miembros con el Don tienen Artes Liberales.
Algunos
miembros de la Tradición poseen habilidades de otros reinos como
Magia Ctónica, Magia Sagrada o Métodos y Poderes de los otros
Reinos. Algunas poseen el defecto de Familiar Demoníaco o el de
Homunculi Magi (en ambos casos con la forma de unos sapos llamados
Maridillos); sobre todo aquellos que no avanzan en los Misterios más
propios de la Tradición.
[Chicos una cosa de Ars más, no será la última pero quiero escribir algo distinto pronto, mañana ya para daros la bienvenida a Diciembre bien, de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario]
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