sábado, 15 de enero de 2011

Religión y Libertad (Otro más)

Hola, tras una temporada de temas ligeros hoy me apetece tratar un tema más denso. Tan denso como es la religión, y sobre todo su papel en la sociedad (Lleva tiempo rondando esta idea, pero con una abuela muy creyente es difícil escribir en el mismo cuarto, aprovecho que ha vuelto al pueblo).
La religión es en esencia, y hoy día especialmente, una creencia de naturaleza espiritual común a una comunidad, que además está organizada. Es importante esta segunda parte, porque a lo largo de su historia, las religiones organizadas, la práctica totalidad; son fenómenos sociales que cumplen con una parte importante de influencia y de origen social. En origen, al aumentar el nivel jerárquico y de repartos de papeles económicos y sociales en las primeras sociedades, el papel de los primeros chamanes y videntes, consejeros espirituales se vio también como su labor y responsabilidad aumentaba. Ellos al ser desocupados pasaron a formar la primera mediación entre otras personas y medición de recursos y organizadores de la producción, fueron los primeros contables y gestores de recursos por una sencilla razón: al ser intermediarios de lo visible (la población) y lo invisible (el orden natural y sobrenatural) eran una parte con autoridad y capacidad de estar entre los primeros entre iguales. Además desde ahí surgieron la escritura y la empresa, dos cosas que ahora nadie ve en el mundo "occidental" como religiosas.
Aquí las bases, pero a lo largo y ancho del mundo estos papeles evolucionaron o cambiaron de manos. En China este papel se secularizó y politizó, pero en gran parte del viejo mundo hasta hace pocos siglos era la jerarquía religiosa la que seguía manteniendo esos roles. las fiestas religiosas por ejemplo, utilizan los fenómenos astronómicos y naturales para dar un orden al día a día de las personas, ética laboral. Es por eso que los Padres de la Iglesia denunciaron a matemáticos y astrólogos en su día; ellos los sacerdotes eran quienes establecían y podían decir la bondad o maldad de los tiempos sociales, el calendario, no otro. La Iglesia Cristiana, en toda forma mantuvo esta prebenda, y lo hacen aún las autoridades religiosas de otras religiones aún hoy en otras partes del mundo. Las sectas cristianas ahora reducen su acceso a quienes se comprometen con ellos.
El establecer normas comunes a todos, visto como asunto ritual exclusivo es nuevo. Esas reglas (no comer ciertas carnes, etc.) son el resultado de un proceso histórico, legal y social. Cumplirlas en un momento concreto ayudaron o formaban parte de las necesidades sociales de ese momento. La moral , unida a ellas creencias supersticiones que motivaban sus cosmologías y filosofías no es si no un fósil de un momento del tiempo concreto. El ejemplo más claro son los Diez Mandamientos, útiles y sencillas reglas que ayudan a vivir si eres un clan de ganaderos errante (la esposa del vecino puede ser tu hermana, si adoras a otro dios no tienes las mismas horas que tus compañeros, etc.) pero en una ciudad de miles de habitantes, con ocupaciones y vidas diferentes mucho peso pierden. Otros principios no son sino reglas universales claro, pero no únicas a las religiones del Libro por ejemplo.
La fe es un fenómeno personal, y como tal sucede a una persona por motivos únicos. Las religiones organizadas, como por ejemplo también la religión musulmana mal entendida, supone que ese fenómeno cimienta todo el mundo, y que quienes no los siguen están cometiendo un fallo que pone en riesgo a todos los demás. Esa filosofía nace precisamente de la forma de vida de muchas poblaciones que ahora son de religión musulmana, pero esa idea proviene del día día, de algo necesario en un contexto concreto. Un ejemplo de cambio de contexto social creó la religión musulmana, igual que a la cristiana. Hoy día es tan grande esto, que nadie se preocupa de entender a la gente que no era musulmana pero sí árabe o semita. El mundo no empieza con las religiones, hay un momento donde la historia confluye para la creación de una religión, pero constantemente cambia y se adapta, tanto social mente como históricamente.
La religión era lo que construía naciones: eran quienes hablaban con los dioses que crearon las ciudades, el mundo, quienes coronaban emperadores, quienes establecían quién era un ciudadano de una nación y quien no y qué tipo de ciudadano dentro de ese orden. Ya fuera mediante escuelas sacerdotales o templos que gestionaban infinidad de recursos.
La religión cristiana, por ejemplo, cambia desde un primer momento sujeto a un momento multicultural mediterráneo y europeo, un momento donde las instituciones romanas, que era muy religiosas empezaban a enfrentar se al problema de un total centralismo o de más independencia. La religión cristiana se vio afectada por esa disyuntiva y se convirtió en la principal forma de ver como una forma u otra se imponía. Los secretos religiosos creaban la educación y cultura que convergía en el avance de los reinos.
Por lo tanto las religiones son nada más y nada menos que elementos perfectamente secularizables en una sociedad que confía en la democracia, y no en una élite espiritual para su gobierno. Todas las posibles funciones de los órganos espirituales en la sociedad civil son presumibles desde los órganos y principios democráticos, no así sus principios. Los ciudadanos aceptamos los contratos sociales y otras relaciones económicas, no necesitamos autoridades invisibles para confiar en nuestros gobernantes. Puede que hayamos matado a Dios, pero fuimos nosotros quienes también lo creamos, en una hoja de papel que es la cultura humana, y no hay que dejar que borrones y tachones marquen la narración que es el progreso humano.
Y hasta aquí mi entrada densa, pronto algo más ligero de vuestro amigo y ciber vecino Mario.

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