Bueno, pues sobre la inclusión de una ley que rompe con mucha de la separación de poderes y pone en riesgo la libertad en internet he decir que me importa poco... hay temas (que se vinculan claro) con esto pero no del todo, y no se tocan ni escuchan en las voces que oigo (Ley de partidos, ley de memoria histórica que sobra, la ley electoral, reformas laborales). La Ley que se presenta proyecta que en favor de los derechos de autor un servicio del ministerio pueda sin denuncia cerrar webs que violen los derechos de autor, esto se aplica por lo tanto a las webs de descarga y streaming. La ley contra la piratería no debe en ningún caso promover esto ni tampoco debe romper con el principio de proporcionalidad que un delito o una falta puedan significar. Es decir me opongo a la ley. Pero menos que se use el argumento de la libertad de opinión. Sé perfectamente que tras aprobar esta web no encarcelarán a neonazis o fascistas de internet o los medios... ni les cerrarán sus altares del odio... así que no veo motivo para temer por la clásica libertad de opinión. Esto va más en línea de lo que es el libre tránsito de la cultura, parecido pero no igual.
Quiero decir que algo que razona esta defensa tan fuerte de los derechos de autor es que el intercambio de archivos y la piratería (que son cosas distintas) son formas de plagio, y por lo tanto al igual que el plagio, son ataques a la libertad de expresión. Es decir la ley defiende la liberta de expresión de los autores que pueden en teoría vivir de su obra. Es decir, la ley desde el punto de vista de sus impulsores y otros, es una defensa de la libertad de expresión, la artística.
Para mi ambos usos de la defensa de la libertad de opinión son un argumento falaz. Y los argumentos falaces me enfadan.
Voy a repasar, si se usase esa ley de igual manera en el día a día, no podrían existir las bibliotecas, regalar libros leídos sería ilegal y ya dejar los en la calle para que circule un delito atroz, pero no lo son. Las colecciones de libros por parte de colectivos, bibliotecas privadas de organizaciones o públicas se parecen totalmente a las webs de intercambio y descarga o a los de streaming. Por lo tanto no se debería legislar de esta manera.
Pero que cierren una web de descargas no es desde luego un directo atentado a la libertad de expresión, si ese contenido tiene otros cauces de acceso, exposición o adquisición. Hay que admitir que se debe lograr una mejor correlación entre los creadores y los espectadores; en la ecuación fallan los intereses de los intermediarios: televisiones, discográficas, grandes productoras, editoriales. Empresas que podrían repartir de forma más justa los beneficios y no lo hacen. Achacar las pérdidas al uso que le dan los espectadores a la tecnología, es desde luego enfermo y avaricioso.
Dicho esto, me despido de vosotros, pronto más de vuestro amigo y Ciber vecino MarioJPC.
"enfermo y avaricioso" ¿Y desde cuando hace que no ves algo que no lo sea?
ResponderEliminar... Comentario más tonto el tuyo Néstor. No es lo que se ve, es el argumento de que es un delito el compartir archivos lo que es enfermo y avaricioso.
ResponderEliminarMe esperaba algo mejor de ti Néstor...
XD ¿En serio? Ni yo mismo espero mucho de mi
ResponderEliminarNa del todo no, je. Ánimo hombre.
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