viernes, 10 de abril de 2009

Relato: El Alguacil Encarcelado

Me levanto pronto, al ritmo de una vieja canción de jerséis y novias, tengo muchas horas por delante; así que mezclo el café ya hecho con la leche, meto la taza en el microondas y me ducho. Tardo poco, la taza dejará de estar tan caliente cuando termine. Siempre es la misma cosa como rutina, y después de buscar despejarme por dentro y por fuera; ahora con una guitarra californiana y un chino pescando, me pongo los pantalones para el trabajo. No son agradables de ver, pero sí cómodos. Encima llevo mi camiseta de un videojuego, pero sutil; nada de tías en bolas, no penséis mal, es una frase en inglés y un par de números; hay camisas de indies mas feas, la mía al menos es negra…
¡Jo!, con el conductor, no tenía otra cosa que poner que la emisora que parece una perrera… Todo el rato como un amargado despotrica contra el presidente, el gobierno, los que están en el paro y los que no tienen mano dura, contra los mutantes, contra no se quién que le contestó mal, contra los vigilantes enmascarados que no son castellanos, contra el gobierno de no sé cuantos… Espera, ¿Qué que digo de superhéroes enmascarados y gente con poderes? ¿Qué no sabéis de lo que hablo? Bueno; claro, es que debo dar unas cuantas explicaciones, aunque ya os vale porque os he invitado a mi casa, y no creáis que no os he visto cogerme los bollos, leches. Bueno abreviando, a nuestro alrededor, aunque no los veamos siempre hay tipos con habilidades especiales y poderes misteriosos. ¿De dónde vienen? Depende; algunos son mutantes, gente que ha nacido con capacidades excepcionales, y que tiene que vivir con injusticia y desprecio por el hecho de estar vivo, da igual que solo tengas la piel azul y tu poder sea oler a pino, o a lanzar descargas con los ojos, da igual, estaremos en las mismas, sí me habéis pillado, soy mutante; frente a los tíos con trajes raros, que y o bien fingen tener superpoderes, o tienen poderes de orígenes extraños y rocambolescos, que o bien explican a los cuatro vientos o son solo cosas de rumores e historias que cuenta la gente; y otros se dice que no son ni humanos. No me preguntéis por los pirados molones que llevan un montón de armas, que esos lo que no se gastan en cuero y ropa de camuflaje se lo funden en balas que no “usan apenas”…
Y yo en realidad soy… un currela que es mutante… tengo mis estudios y todo, pero no me pongo mallas, realmente no hay muchos mutis hoy día que vayan por ahí así, los pocos que lo hacen es porque les hace falta, que eso de tener piel acida o algo así, mola excepto para ir a comprar el pan… También los hay que prefieren ser conocidos por su disfraz más que por su nombre, que suele ser la razón fundamental. Aunque sí uso uniforme, la ropa del curro, soy Responsable de Contención y Reinserción de Presos Especiales, vamos, que mí poder es causar náuseas a otros con superpoderes, pero solo a aquellos que usan cosas como leer mentes, dominar a la gente o mover cosas con el poder de la mente, psiónicos vamos y me llamo Juan Luis, Juanxu para los amigos (los pocos que tengo). Mi sueldo no está mal, y tengo un buen contrato fijo estatal, y en teoría posibilidad de promoción. En la practica paso 12 horas en una garita donde mi poder llega a las celdas de tíos que utilizan sus poderes extraños para que la gente a su alrededor se suicide, que me odian porque les doy mareos cada vez que intentan usar sus poderes (y me la sopla por supuesto), y no puedo ascender porque mi puesto es bastante difícil de cubrir. Y suerte que hay alguien peor que yo, mi compañero del turno de noche; José, no es mutante, a él le hicieron mal una operación neurológica, y desde entonces tiene un cerebro que funciona diferente; él hace el turno de noche porque si yo les mareo él les hace sentirse como en un precipicio; solo dormidos pueden sentirse algo mejor.
Estoy en el ala de los presos con poderes especiales, así que tengo que llegar pronto, pero a mi compañero no le importaría que llegue sin prisas; a parte de dar mal rollo a tíos con poderes mentales no duerme desde entonces… Y juntos somos los miembros del aparato represivo menos imponentes que puedas echarte a la cara, es decir, somos dos tíos con unos poderes cutres que apenas podemos controlar y casi ningún carisma. Comparados con los guardias con armaduras superduras y los agentes de intervención, con su equipo de asalto y todo eso…
La verdad es que a veces me doy vergüenza de mi mismo, pero no demasiada; porque hay dos cosas que unen a todos los Mutantes (con mayúsculas para diferenciarnos de los que les pican insectos radiactivos y demás gente mutada por circunstancias extrañas). Una es una complicada pero única estructura genética que se puede identificar a partir del 3 mes de embarazo (y somos la única causa por la que los obispos y el Opus no se quejan del aborto) y un Manifiesto, un manifiesto que declara nuestra dignidad, humanidad y… todo lo demás en 12 puntos muy bien escritos; el problema es que en el ultimo y más reciente punto (Porque se escribe prácticamente solo en sitios extraños), del 2003 que dice que nosotros, los mutantes, “somos los herederos de la tierra…”; eso nos ha terminado de joder bastante… y eso que en el 98 la versión apareció firmada por la ONU, añadido a sus resoluciones. Yo sigo esta versión, o lo intento, pero el mundo siempre es un poco opuesto a ideales y… aquí se acaba la conversación, que llego ya a mi parada, ya hablaremos.
[Bueno esto es un relato a continuar, espero que os guste]

3 comentarios:

  1. Bueno, no éste personaje esta en una parte es un ala para metahumanos en general. NO exactamente una carcel para mutantes.

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  2. No estoy acostumbrado al formato "cuento" con superheroes. Y se me ha hecho raro.
    Pero aparte de esa apreciación, es una presentación de personaje buena.
    No caigo en cual videojuego podría ser el de la camiseta. Mi orgullo de rata de recreativo en entredicho.
    Voy a matar a unos cuantos marcianos en vengaza.

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