Pues a ver qué hay en la tele ahora... Ah vaya, tenía ganas de ver esto...
[...]Pues continuamos con Jordi que va de vuelta de la bioética, parece que ha tenido que ir a pagar por todo lo que ha hecho. se va a la cárcel para enseñarnos como se vive desde dentro de una cárcel, pero una en la que seguro que no van corruptos. Una cárcel, pero para Super Villanos. ¿Se quedará Jordi en la celda que le tienen preparada?
-Bueno, entonces, Rodrigo encantado (se ve a Jordi dando la mano a un chico con barba) tú trabajas en la prisión - este edificio que tenemos aquí detrás-¿Y en qué consiste tu trabajo?
-Pues...
(empieza el chico vestido con una camisa y una camiseta debajo) pues
creo que tus compañeros (señalando con su mano a la gente detrás
de la cámara) ya te lo explicaron ¿No? Además creo que tus
compañeros lo vieron bien la última vez...
-Bueno
sí, eres una especie de celebridad, pero bueno para quienes no
vieran el anterior trabajo de mis compañeros, que es muy bueno,
además me gustaría oír tus propias palabras...
-Bueno
pues... yo soy Responsable
de Contención y Re-inserción de Presos Especiales,
que es una forma de decir que soy parte del cuerpo de seguridad del
ala para presos meta-humanos; supervillanos vamos...
-Perdona
que te diga, eh que no quiero molestarte, pero algo que me llamó
mucho la atención al ver el documental, y también al
conocerte así en persona; es que ya de entrada, tú no eres como se
suele imaginar o pensar que son todo esto de los “tíos con
poderes”, ni mallas ni musculoso ni nada...
-Ya
bueno, son clichés... y creo que en muchas ocasiones relleno...
tampoco es que tú seas un presentador alto de informativos o una
reportera buenorra de la Sexta.-respondió algo dolido Rodrigo.
-¡Ves
si somos excepcionales!... y entonces eras ¿un funcionario de
prisiones pero con superpoderes no?-preguntó Jordi.
-Sí,
bueno, es por eso que trabajo en esta prisión, la de Carabanchel;
conocida extraoficialmente por Madrid X.-responde Rodrigo ya más
tranquilo.
-¿Por
la forma?-preguntó de nuevo Jordi.
-Bueno,
por la forma y por “el contenido”; esta cárcel fue adaptada para
contener a criminales poco... convencionales.-Paró su explicación
un momento para girarse, pasar una tarjeta, a continuación, pasa y
le pasa su documentación a un guardia armado, que también pide
documentos al grupo de reporteros. Después de este momento prosigue
el primer entrevistado- Lo que se puede conocer como supervillanos,
aunque alguna vez han estado terroristas internacionales y gente
extraña sin más...
-Y
la pregunta es si tú tienes poderes ¿qué impacto tiene eso en ti?
¿O en la gente con la que trabajas?
-Pues...
no sé... depende del día a veces eso afecta más o menos supongo...
No soy el único con poderes que trabaja para el “aparato
represor”, pero yo no tengo ni máscara ni ganas de buscarla
¿sabes? Mis superiores creo que me miran peor por ser un tío normal
que por ser mutante y eso ya es algo. Luego bueno... si fuese a
sufrir por lo que me dijeran los tíos en las celdas, sí que no
trabajaría en algo así ¿no crees? A ver, aquí no meten más que
los criminales que se pueden describir como “lo peor de lo peor”,
algún héroe vigilante que caía mal o algún adolescente sin
auto-control ha habido también, pero no en mi ala normalmente, o no
más de un par de días. No, aquí hay auténticos, y la mayoría de
mi sección son, completos tarados o al menos peligrosos y
sinvergüenzas; porque yo me ocupo de tíos con poderes mentales-dijo
Rodrigo.
-¿Y
qué tienen esa clase de poderes en especial?-siguió preguntando
Jordi.
[…]
Si
bajamos el volumen, la respuesta sigue oyéndose fuerte -La mayoría
de ellos son follamentes -dijo el joven agente de prisiones-
abusan de su poder para aprovecharse de los demás, son como los
violadores o pederastas de todos los tíos con poderes.- dijo con
contundencia mientras explicaba sus poderes que eran similares por
ser mentales, pero limitados. Luego vemos a ambos separarse y Jordi
ir entrevistando a otras personas, otros agentes o incluso a gente de
las cocinas y de los despachos de allí. En uno de ellos sacó algo a
un superior para Rodrigo -Sólo digo que me parece injusto que
alguien con poderes tenga tanta ventaja a la hora de ese puesto, que
merecería gente más preparada y fiable.
Jordi
le trató de poner contra las cuerdas, y vaya si lo consiguió.
También se va viendo bien la cárcel, con sus alas en formas de
aspa. Volvemos a escuchar al narrador del principio.
Y
volvemos a ver a Rodrigo, que nos presenta a su poco hablador
compañero, y nos acompaña. Jordi entrevistará a algunos de los
habitantes de su ala. Tres tipos que dan casi tanto miedo al ministro
del Interior como Jordi.
Comenzamos
con un tipo famoso en Cataluña que no es Jordi, el Duc Grana, un
hombre al que le viene de familia ser malo. ¿Conseguirá Jordi qué
le cuente cómo es heredar ser un malo? ¿Le pedirá la capa
prestada?
-Bueno,
en Cataluña eres una celebridad; 70 años de ser un ladrón y un
tipo malo entre Madrid, Munich y Barcelona... ¿Cómo se mantiene uno
joven?
-Bueno,
eso mi abuelo, yo llevo poco “ejerciendo”, entre mi abuelo y mi
tío el mayor; ellos empezaron. Mi abuelo estuvo en Guinea o por ahí,
y encontró una especie de piedra de un chamán o un brujo, y
lógicamente se la llevó de vuelta. No sé como después de eso pero
un amuleto con la piedra y unas palabrejas y convencía a cualquiera
para hacer su voluntad. Mi abuelo empezó en aquella época donde las
cosas pasaban sin más ¡Era tan Pulp él! Pero bueno, luego no hizo
cosas más bien buenas... y mi tío tampoco. -un tío delgado con
barba que habla como queriéndose mucho. Llevaba unas pesadas gafas
oscuras, y algo en la cabeza, como una cinta del pelo pero cruzada
con una de esas tobilleras.
-O
sea los rumores sobre que el Duc Grana trabajaba para los nazis y
para la Dictadura eran verdad-completó Jordi- ¿Y por qué sigues un
“legado” así? ¿Te dejaron los delitos como herencia o cómo es?
-Bueno... ¿te acuerdas lo que te dije que de mi abuelo y mi tío? Bueno, pues resulta que de alguna manera mi tío convirtió aquella roca en lentes para gafas en lugar de colgante, mi padre era también óptico pero siempre me contó que no tuvo nada que ver. Pues resulta que mi abuelo logró sobrevivir hasta hace nada, pero dentro de la maldita piedra. Había estado manipulando a mi tío, luego poseyó a mi padre y trataron de meterme dentro a él... con las lentillas que son mis jodidas pupilas. Por cosas de la vida me libré, pero ahora no podía evitar tener poderes... -Y los usaste de la peor manera ¿o no? -le cortó Jordi- Por falta de control, no me puedes decir que podías abusar de otros y lo hiciste. -Fue un poco por accidente. Luego le coges vicio, pero vamos que estoy casi del todo rehabilitado, sí... Al menos no soy un mutante como el segurata pesado... Hubo un corte y se veía hablar a Jordi con otros presos, la mayoría con alguna cosa en la cabeza o el cuello, como una chica que se reía de vez en cuando sin venir a cuento. Otro tenía una especie de goteo mientras hablaban con él, y tenía una mirada ausente. Otro vino escoltado y no estaba tan atado como los dos últimos. Luego hablaron con los dos encargados del ala de los ”Psíquicamente peligrosos”, Rodrigo y su compañero Pepe; que casi te creerías si no es por el uniforme que era un prisionero y no un guardia; y allí estaban en una especie de habitación con mandos y pantallas como de ciencia ficción barata, los tres y probablemente sin verse los compañeros de Jordi. Estaban hablando ahora de si es distinto ser mutante de tener poderes por cualquier otra razón. -Yo estoy seguro de que hay gente por ahí que prefiere decir que tienen poderes por ser hijos del demonio o algo así... lo que sea por no decir que son mutantes. Lo peor es que hay muchos que piensan eso... pero bueno. Yo en el fondo no valgo para otra cosa ¡Sólo soy inmune a los poderes psíquicos y provoco náuseas a la gente! ¡No valgo para otra cosa! -Pues a mí me pasó después de que me operaran.-repitió como si lo dijera por primera vez Pepe-La gente dice que le doy “chungos” a la gente con poderes. Excepto a Rodri. -Bueno, un poco la extraña pareja sois entonces ¿no?-recuperó la entrevista Jordi. -¿Y en tantas horas y en tantos días no os ha pasado nada grave? -No mucho, la verdad, los intentos de fuga aquí no suceden, pero me contaron los que estuvieron antes que yo en el puesto que... Y entonces imagen y sonido se cortan con una sirena, y la grabación y el programa terminan. Nadie sabe lo que sucedió, pero muchos rumores existen.
[Continuación del relato El Alguacil Encarcelado que es el primer relato de mi blog. Esto es una ficción basada en el programa Salvados en forma de homenaje, pero no es del todo un fanfic. Tocarán más relatos y fanfics por aquí muy pronto (segundas y terceras partes) ¡Gracias por seguir el bog de vuestro amigo y ciber vecino Mario!]