Bueno, pues acabo de terminar la última temporada de Kamen Rider, Ghost. Bueno, me falta el obligatorio cruce con el siguiente, y la película del verano, que aun no vi... además de alguna otra cosa... pero he visto lo principal: dos de las películas y la serie. Aunque empecé a verla por curiosidad y simple rutina en lugar de Drive, la he disfrutado, bastante.
Es una serie que navega entre dos aguas, y no llega a hundirse para mí, consiguiendo una serie que de hecho tiene dos obvios giros en cuanto a "género" o trasfondo, al contaros un poco el argumento y el progreso os lo explico. La historia comienza con Takeru, un joven que vive un templo que fue atendido por su padre, que era cazafantasmas/exorcista. Aunque añora a su padre, él no está demasiado convencido de la existencia de fantasmas ni lo sobrenatural, hasta que es asesinado precisamente por lo que parecen fantasmas o espíritus malignos, Ganmas. En lugar de morir, un anciano misterioso le explica que ahora es un Kamen rider y un fantasma, pero que hay una posibilidad de que pueda resucitar, pero debe completar la búsqueda de los 15 Eyecons heroicos (juego de palabras con icono y la forma de los dispositivos), y así pedir resucitar. Cada Eyecon forma una especie de Ghost Parca (otro juego de palabras), que le permite usar armas y habilidades, pero requiere encontrar un objeto importante de la vida de esa persona, una persona con fuertes sentimientos hacia ese héroe del pasado y realizar el símbolo del ojo. Esta es la premisa de la primera parte de la serie, y creo justo decir que esta parte termina sorprendentemente rápido. Demasiado incluso al principio, tardan 4 episodios en llegar a la estructura de episodio doble clásico de Kamen rider, el primer Eyecon nace de la admiración de Takeru hacia Mushashi Miyamoto; a que usaba la guarda de su espada como amuleto (regalo de su padre). Y hasta esta parte, los Ganma parecen interesados en lo mismo que nuestro héroe, pero luego llega la segunda parte de la serie.
Bueno, hay más cosas en la primera parte: como la llegada de un segundo Kamen Rider, Specter, que tiene unos objetivos distintos y contrarios a Ghost/Takeru, aunque eso cambia a lo largo de esa primera parte y más con la segunda. Specter/Makoto nos explica que él y su hermana, amigos ambos de la infancia de Takeru, han estado todos esos años en el mundo de los Ganma. Podemos pensar que eso es el inframundo o el infierno, pero no. Especialmente en este momento es cuando la serie tiene un contrapunto extraño: los malos no son monstruos hambrientos de almas y buscando poderes legendarios, eso es solamente una parte de su actividad, apenas mostrada durante esos pasados episodios. En realidad, los Ganma son criaturas de otra dimensión, que pueden dejar atrás sus mentes y vivir en cuerpos artificiales proyectados. No estaban bajo el servicio de ningún humano, son una sociedad con su propia jerarquía e ideas. Ven el mundo de los humanos mortales como una fuente de recursos que ellos empiezan a necesitar: almas. Y además, necesitan invadir el mundo, su mundo se está extinguiendo lentamente y creen que su dominio será beneficioso para el mundo humano. Y un malo convencido de todo esto es al principio Alain, príncipe de los Ganma que en esta parte se transforma en un Kamen Rider él también, Necrom. Amigo de Makoto, considera que el fin justifica los medios; algo extendido por el resto de su familia, pero durante su enfrentamiento con Takeru al final también Makoto, duda. Un golpe de estado por parte de su hermano Adel, termina por apartarlo del mundo Ganma y se refugia con los humanos, tanto sus ya amigos como los nuevos amigos.
Y es a partir de entonces que la historia gira en torno combatir a Adel y sus medios para conquistar el mundo, como su plan de manipular a una empresa para crear un medio de control perfecto, o sobre todo, los nuevos monstruos de la serie: los Ganmaizer. Una especie de Firewall para proteger al Gran Ojo, una especie de fuerza divina que mantiene el mundo Ganma y parece dar poder no solamente a éstos, ¡también a los Kamen Rider!. Y eso me lleva a la sorpresa: ni ciencia ficción ni fantasía, esta serie como otras de Kamen Rider es fantasía sobrenatural, aunque presenta choque entre ciencia y fe; pero no es una sin la otra la que da pie a la gente a tener poderes y llegar a su potencial. Hacía bastante tiempo que no teníamos esto en una serie de Kamen Rider: una organización maligna que busca dominar el planeta. Vale, había habido intentos de destruir o atacar gente, o conquistar la tierra; pero no de esta forma tan clásica. Eso me gustó. Lo que no me gustó es que gracias a este ritmo, hemos tenido muchos monstruos reutilizados, aunque había razones para ello.
Los personajes no me han disgustado, pero aunque no había demasiados protagonistas; sí hay muchos secundarios. Para empezar Ghost/Takeru Tenkuji, el protagonista, con el peor 18 cumpleaños habido y por haber; ya que muere, pero sigue dispuesto a sacrificarse por proteger a otros, es buena persona en general y ahí sigue, aunque a lo largo de la serie tiene dudas y dilemas; yo no creo como otros que vayan en contra del personaje, aunque estén contados de forma forzosa, y desde luego el tono de "El Elegido"/Chico afortunado tampoco ayuda a hacerle creíble, pero no creo que sea mal personaje en absoluto. Specter/Makoto Fukami por otro lado, como otros Kamen Rider secundarios es un antihéroe al principio, buscando deshacer un entuerto, pero dispuesto a todo por conseguirlo, manipulado por otros para que no luche contra los malos y razones también buenas para esto último, pero sinceramente creo que no tardan demasiado en hacerle más agradable y comprensivo; y tiene virtudes bastante buenas. Necrom/Alain tiene una historia entre bíblica y shakespereana (o al menos estilo Disney del rey León) con su familia, y su orgullo al principio le hacen ser un villano, pero cuando su mundo se tambalea y empieza a comprender a la gente y nuestro mundo, avanza en ser uno de los Kamen Riders adicionales más interesantes y necesarios para la historia. Y luego el sabio, que mete a Takeru en todo esto... además de alivio cómico tiene un par de sorpresas que necesitáis ver.
Pero ay los secundarios, eso sí merece un análisis y loa. Empiezo por mi personaje preferido de la serie, Akari Tsukimura, amiga de la infancia de Takeru, y cercana ahora mismo también, es una estudiante de ciencias, mente escéptica y heroína del equipo; es mi personaje preferido porque tiene dos cosas rara vez: momentos damisela en apuros o fan service ¡Ella es una inventora y soluciona problemas gracias a su inteligencia y ética!. Lo que nos lleva al otro lado, otro alivio cómico y lado creyente del equipo, el bueno de Onari Yamanouchi, jefe del templo y tutor de Takeru, tiene una admiración hacia él y hacia su padre; pero sobre todo es muy divertido verle discutir o sacar de sus casillas a Akari. Luego está Kanon Fukami, la hermana pequeña de Makoto, y recurrente damisela en apuros en la serie, aunque al ser la más humana normal de estos personajes participa en la redención tanto de su hermano como de Alain. Luego están los Eyecons, los espíritus de héroes de la historia; recurrentes pero que comenzaron a tener no solamente importancia narrativa, también ser personajes sobre la mitad de la serie, cuando cuestionaban a Takeru hablándole de fantasma a fantasma.
La serie como digo, tiene muchas tramas y bastantes personajes, no siempre contado de la manera más dinámica o clara, pero creo que no es mala temporada y tiene elementos más que entretenidos. de hecho, muchos de los cuales son clásicos de Kamen Rider desde hace mucho tiempo (la organización maligna que quiere conquistar el mundo, el protagonista que es casi como sus enemigos, la mezcla de fantasía y ciencia ficción); incluso escenas enteras me han dado recuerdos de otras temporadas como ésta o ésta otra (normal, dado que ha coincidido con el 40 aniversario de Kamen Rider), pero aunque la serie no sea perfecta, creo que ha tenido otra cosa muy buena: las películas. A falta de la película propia y la de cruce con el siguiente, las otras dos películas que tiene y he visto, son sorprendentemente correctas, especialmente porque aunque son cruces con otros Kamen Riders (Drive e Ichigo, el primero de todos) son solamente una historia, una historia donde tanto como Ghost como el otro Rider tienen un peso similar en la trama, y se agradece, además de no salirse de sus personajes ni ser incoherente con la historia previa o la de Ghost (o no en exceso al menos).
Y como a vuestro amigo y ciber vecino Mario le ha gustado, os recomiendo echarle un vistazo, al menos a su opening: