Sharakim
Cuatro
jóvenes marchan por la calle, con la joven alta y fornida caminando
de forma arisca en el centro, y los otros dos hombres un poco más
atrasados cargando con el cuarto de ellos, inconsciente. La gente
saluda alegre, algunos reconociendo a la joven de delante y
saludándola, obligando la susodicha a tener que fingir un gesto
cordial y unas palabras amables; hasta que al fin llegan fuera de la
aldea, momento en el cuál por fin el joven humano con túnica y
capucha habla a su compañera.
–Entonces…
¿no eres una semiorca? – dice al fin, como revelando algo
sorprendente pero obvio a la vez. – ¿Nos mentiste?.
–No
a ambas cosas – contesta ella con un resoplido y un pisotón que
hace que sus acompañantes den un respingo. – Nunca os dije que yo
no lo fuese, simplemente asumisteis que yo era una
semiorca; y no vi la necesidad de contaros nada.
–Bueno,
pues menos mal que eras una orca rara – añade su compañero elfo –
porque entonces creo que no habríamos salido de tu aldea de una
pieza, o sin pagar la fianza de Broni. – dice poniendo a la enana
inconsciente en el suelo, ya sin caminar ninguno, salvo su compañera
que camina en círculos para evitar la mirada de sus compañeros y
dejar escapar sus fuerzas sin partirles la cara.
–¡No
somos orcos raros! – dice tajante – Se supone que somos humanos
raros… o no. Mira me da igual, porque de esto no quiero oír más
por hoy ¿estamos? – dice cerrando el puño y apuntándoles con él
a ambos a la cara.
– Bueno
Gwendolin Aurora de Tausarat, no te pongas así – dice suspicaz el
elfo con una media sonrisa.
–¡Diantres,
dejadlo ya! Llamadme Gwen como siempre habéis hecho, es mi nombre
con vosotros, ese es mi nombre con mi gente, y no quiero utilizarlo
más de lo necesario… – los 3 se giran cuando oyen a varios
aldeanos encabezados por un señor más mayor – o porras, mi padre…
– Que
bien, tenía curiosidad por conocerle – apostilla el humano – y
ahora puedo entender que seas una monje antisocial en lugar de una
bárbara. – Termina justo antes de que lleguen los locales a donde
ellos.
Roger
el hechicero y Menduil el bardo recordarían siempre cuando
conocieron a los sharakim, las gentes de su compañera Gwen; y
empezaron a conocerla a esta mejor. Y tampoco como sería una orco
roja como un tomate.
Unos
parientes de los orcos según los eruditos, y unos descendientes de
humanos malditos según ellos mismos; los sharakim intentan alejarse
de la imagen de brutos y salvajes de los orcos. Según su leyenda,
originalmente eran humanos que cometieron un gran pecado; y los pocos
supervivientes de tal crimen se vieron deformados, así como sus
descendientes. Obstinados en alejarse de los orcos que no son, y de
los malvados que los engendraron; perseveran en ser la mejor versión
de sí mismos; incluso aunque se les llame impuros.
Físicos
Impuros
La
marca de aquel pecado original es manifiesta, ya que cualquier
sharakim es casi indistinguible de cualquier orco, en ambos casos son
humanoides de piel gruesa y complexión robusta; con un rostro osco
con largos colmillos en su fuerte mandíbula y arcos óseos sobre sus
órbitas; pero tienen dos pequeños cuernos justo encima de ellos.
Sus cuerpos suelen ser musculosos y gruesos. Los sharakim cuidan su
aspecto y lo adornan, bien para disimular sus rasgos más extraños,
o bien para señalarlos con orgullo y elegancia. Ser sofisticados es
para la mayoría de ellos una necesidad, no un derroche. Así que
además de higiene, tener ropa elegante sea esta llamativa y
extravagante, o simple pero de buena manufactura; es lo más normal.
Esto
causa que a los extraños que los encuentran por vez primera les
sorprenda que estos “orcos” vistan de gala para recibirlos, y más
que los reciban sin intentar matarlos. Eso y no otra cosa demuestra
que no pueden ser orcos. Pueden ser exactamente como orcos con
cuernos en la frente, pero no son unos salvajes que quieran
arrancarles la cabeza. Y los sharakim les corrigen encantados, los
hijos malditos de Besh demuestran lo mucho que han enmendado los
errores de sus ancestros, ya no por el perdón de los dioses, en su
lugar lo hacen para demostrar lo rectos que un principio torcido
puede hacer a cualquiera.
Mentes
Elevadas
Puesto
que desde hace generaciones han intentado expiar su pecado
legendario, y han jurado elevarse sobre la barbarie; y no solamente
en su forma de vestir. Su cultura y gentes han abrazado el estudio,
las artes arcanas y el arte además de la moda, siempre aprendiendo
de otros pueblos, en lugar de saquear o aislarse. Cuando se
encuentran con individuos de pueblos civilizados, como elfos o
humanos, les dan la bienvenida y buscan crear lazos con ellos,
recibiéndoles con algarabía y modales exquisitos. Si se encuentran
con tieflings y semiorcos, reaccionan con cautela pero mucha
corrección, saben lo que es ser juzgados por las apariencias y no
son obtusos como para hacer lo mismo a otros, por muy extraños que
sean.
La
mayoría de los sharakim disfrutan del estudio, y desde niños las
familias y clanes inculcan el amor por los libros y el saber; o al
menos lo intentan con mayor o meno éxito. Pero no lo reducen todo a
estar enclaustrados, y alientan la competición atlética, aunque no
a las horas más brillantes del día, ya que la luz del sol les
resulta molesta. En su recónditas villas, ocultas en valles bajo la
sombra de montañas, crean apacibles y acogedores refugios, donde
arte y arquitectura, aunque humildes; son de calidad y ricos en
detalles. Ponen también así sus físicos recios a ser útiles para
algo más que no sea el combate o la mera subsistencia.
Verdad
Incómoda
Lo
cierto es que ni los sharakim hoy en día dan por cierto que ellos
sean descendientes de los habitantes humanos malditos herejes de
Desh, que probaron la carne de un ciervo sagrado; porque en sus
estudios no han encontrado pruebas concretas de que dicho
acontecimiento o lugar existiese alguna vez. Pero aun así, no es
buena idea discutir esto con ellos, e incluso entre ellos es un tema
espinoso y que prefieren evitar para ser diplomáticos.
La
verdad parece ser que no son humanos pecadores, son orcos herejes;
que se revelaron a sus opresivos dioses, y que buscaron solaz en esa
rebeldía. Así toda su educación, todas sus sofisticadas maneras, y
toda su energía en el aprendizaje serían un acto de rebeldía; el
rechazo a Gruumsh y todo lo que representa. Esto, aunque
reconfortante para los que lo asumen, puede ser perturbador para la
mayoría de ellos, sobre todo cuando son jóvenes. Aquellos que
rechazan lo estricto de sus clanes, y la falsedad que muestran deben
marcharse, y fuera pueden fingir no ser sharakim, normalmente
intentando hacerse pasar por semiorcos, o incluso orcos o orogs si
buscan revelarse contra los suyos y abrazar el salvajismo que tanto
rechazan y vivir entre estos; no parece que sea una elección popular
sin embargo.
Nombres
de los Sharakim
Los
sharakim prefieren el uso de nombres humanos, o que encajen la
sociedad en la que intentan integrarse. Pero aun así, la mayoría
tienen sus preferencias, decantándose por nombres largos antes que
nombres cortos, ya que la brevedad es vista como simpleza, y muchos
evitan usar diminutivos hacia otros. Como los elfos, se le da el
nombre a un sharakim al nacer, pero al llegar a la mayoría de edad
se le otorga otro nombre que sea afín con su personalidad,
convirtiendo su nombre de nacimiento en su segundo nombre. Incluso
pueden elegir cada cual un nuevo nombre en un momento dado (al
conseguir cierta posición, medrar en su profesión o algo así),
creando un nombre compuesto por los tres nombres, con el último como
su primer nombre.
Nombres
Femeninos: Aurora,
Bedelia, Christina, Clarissa, Elizabeth, Gwendolin,
Margareth, Winnifred.
Nombres
Masculinos: Alaistair, Benjamin, Carrington, Daniel, Malcolm,
Nathaniel, Reginald, Winchester.
Nombres
de Clan: Andromar,
Barechian, Helefern, Lochlaman, Malendik, Norferat, Sarekar.
Rasgos
de los Sharakim
Tu
personaje sharakim tiene los siguientes rasgos en común con la
mayoría de su gente.
Incremento
de Puntuación de Característica. Incrementa
tu puntuación de Fuerza en 2 y tu puntuación de Inteligencia en 1.
Edad.
Los sharakim llegan a la madurez a los 12 años y una esperanza de
vida que llega hasta a los 60 años.
Alineamiento.
Las
poblaciones sharakim se revelan contra su imagen de salvajes y el
legado de
salvajismo orco, muchos se adhieren a reglas. Aprenden a ser
generosos y compasivos, por lo que incentivan el bien entre los suyos
y hacia los demás.
Tamaño.
Tu
tamaño es Mediano. Puedes
establecer tu altura y
peso
de
forma aleatoria, primero tira tu modificador de tamaño.
Modificador
de tamaño = 2d8
|
Altura
= 5 pies + 4 pulgadas + tu modificador de tamaño en pulgadas
|
Peso
en Libras = 175 + (2d6 x tu modificador de tamaño)
|
Velocidad.
Tu velocidad base al caminar es de 30 pies.
Visión
en la Oscuridad Superior. Tienes una visión superior en la
oscuridad y la penumbra, dado que estás acostumbrado a la luz
crepuscular de los bosques y al cielo nocturno. Puedes ver en la
penumbra a una distancia de 120 pies como si fuera luz brillante y,
en la oscuridad como si fuera penumbra. En la oscuridad no puedes
distinguir colores, solo tonos de gris.
Sensibilidad
a la Luz. Tienes desventaja en tiradas de ataque y de pruebas
de Sabiduría (Percepción) que requieran de la vista mientras tú,
el objetivo de tu taque o lo que sea que estés intentando percibir
esté directamente expuesto a luz del sol.
Afinidad
con las Sombras. Mientras estés en penumbra o en oscuridad
puedes usar las Acciones de Esconderte o Buscar como acción
adicional.
Constitución
Robusta.
Se te considera de una categoría de tamaño superior para calcular
tu capacidad de carga y el peso que puedes empujar, levantar y
arrastrar.
Instrucción
Sofisticada.
Tienes competencia en dos de las siguientes habilidades: Conocimiento
Arcano, Historia, Investigación, Naturaleza, Percepción,
Perspicacia o Religión.
Idiomas.
Puedes hablar, escribir y leer Común y Orco, y otro cualquiera a tu
elección. Prefieren usar cualquier lengua entre ellos o escribir en
otra antes que el orco, especialmente el común; pero defienden que
entender a sus enemigos ancestrales es necesario.
[Perdonad la tardanza, quería terminar esto desde hacía tiempo, y me faltaba adaptar el trasfondo. Esto no es una invención propia, es una adaptación de algo de D&D 3.5, del libro de Razas del Destino, que me llamó la atención. Estad atentos al libro que llegará mañana de D&D, que puede ser muy interesante para esto y otras muchas cosas. Vuestro amigo y ciber vecino Mario también estará pendiente.]