viernes, 1 de mayo de 2020

(CLXVII) Invención propia para D&D 5ª edición: Yákidos

Yákidos
Los yákidos, o yikaria (el pueblo elegido en su lengua propia), son gentes crueles y fuertes; que gracias a su dios innombrable tienen poderes sobre los elementales de tierra y la mente de otros. Vistos como salvajes por su parecido superficial con los minotauros, son en realidad mucho más astutos y capaces, pero perezosos. Usando sus poderes y su fuerza, esclavizan y abusan de humanoides; pero pueden incluso controlar el cuerpo de gigantes y algunos tienen acceso a elementales.
Así cada yákido es un señor de sus esclavos, buscando afianzar su posición respecto a sus pares. Mediante erudición y abuso, incrementa su prestigio y poder. Esto a veces es literal, ya que su misterioso patrón, el Dios Olvidado, favorece estos comportamientos. Algunos dones sobrenaturales más especiales vienen por devoción y estudio, otras veces aparece en linajes o individuos concretos; los designios de su deidad son inescrutables pero efectistas y llamativos como sus vestimentas de seda.

Yákido Geomante
Los hechiceros geománticos a veces son llamados Almas Trémulas, por los temblores que causan con su magia. Benditos por el Dios Olviddo gracias a los logros de sus ancestros, o por su especial destino; los geomantes son poderosos hechiceros y los lanzadores de conjuros arcanos más habituales, prestigiosos y numerosos de entre los yikaria. Los geomantes forman una casta superior a otros, gracias a que son vistos como los más especialmente benditos de entre ellos, pero muchos envidian su poder. Así que los geomantes se alían entre y contra cada uno de los otros geomantes, formando parte de su élite social solamente superada por los sacedotes.
Con su magia pueden crear muros y cimientos para sus asentamientos, controlar criaturas difíciles de controlar para el resto de yikaria. También pueden generar terribles terremotos o desprendimientos, evocar y conjurar otros elementos; y como los sacerdotes pueden invocar a elementales de tierra para cumplir con su voluntad.

Yákido Sabio Saqueador de Jade
Los monjes devotos del Señor Sin Rostro cultivan la avaricia como un camino para el perfeccionamiento. Acumulando conocimiento y riqueza crecen en poder, y ofrecen siempre cuantiosos sacrificios a su Dios Olvidado. Gracias al favor de los sacerdotes, a los que apoyan siendo sus emisarios y sicarios, pueden actuar con independencia, acumulando conocimiento y destruyendo todo lo que no pueden domeñar y explotar; además de cumplir los inescrutables designios de su deidad. Ellos son temidos en sus comunidades porque consumen almas para hacerse fuertes.
Su aspecto resalta entre otros yákidos porque visten de forma sobria, ya que sus recursos son empleados para perfeccionar su cuerpo y adquirir conocimientos, incluso llevando harapos y taparrabos en vez de túnicas de seda o chalecos ornamentados. A cambio siempre llevan consigo jade en grandes cantidades, pero este jade no son gemas, es la fuerza vital de sus enemigos derrotados; que incluso les permite entre otras cosas invocar figuras de estos a su servicio.

Geomante
Monstruosidad grande, neutral maligno
Clase de Armadura 10(13 con armadura de mago)
Puntos de Golpe 51(6d10+18)
Velocidad 30 pies
FUE
DES
CON
INT
SAB
CAR
16(+3)
11(0)
16(+3)
14(+2)
15(+2)
18(+4)
Habilidades Arcanos +5, Engañar +7, Supervivencia +5
Sentidos Percepción pasiva 12
Idiomas Común, Yikaria
Desafío 5(1800)
Lanzamiento de conjuros. El geomante es un lanzador de conjuros de nivel 7. Su característica de lanzamiento es Carisma (salvación de conjuros de CD 17, +7 para golpear con sus conjuros de ataque). Tienes los siguientes conjuros preparados:
Trucos: contacto electrizante, mano del mago, prestidigitación, rayo de escarcha, salpicadura ácida
Nivel 1(4): armadura de mago, onda atronadora
Nivel 2(3): estallar, ráfaga de viento
Nivel 3(3): bola de fuego, rayo relampagueante
Nivel 4(1): dominar bestia, muro de piedra
Posesión (Recarga después de un Descanso Breve o Largo). El yákido puede intentar poseer mágicamente a un gigante o un humanoide. El yákido debe tocar a su objetivo durante todo un descanso breve, o el intento fallará. Al final del descanso el objetivo debe superar una tirada de salvación de Constitución a CD 15 o será poseído por el yákido; y este desaparece con todo lo que lleve puesto o porte. Hasta que la posesión termine, el objetivo está incapacitado, pierde el control de su cuerpo y no es consciente de su entorno. El yákido ahora controla su cuerpo y no puede ser objetivo de ningún ataque, conjuro ni otro efecto, y retiene su alineamiento, sus puntuaciones de Inteligencia, Sabiduría y Carisma, además de sus competencias. Con esa excepción, usará las estadísticas del objetivo; excepto los conocimientos del objetivo, rasgos de clase, dotes y competencias.
La posesión dura hasta que el cuerpo se reduzca a 0 puntos de golpe, el yákido termine la posesión con una acción o el yákido sea expulsado por un efecto como por ejemplo el conjuro de disipar bien y mal. Al terminar la posesión el yákido reaparece en un espacio libre a 5 pies del cuerpo y está aturdido hasta el final de su siguiente turno. Si el cuerpo huésped muere mientras está poseído por el yákido, el yákido morirá también y su cuerpo tampoco reaparecerá.
ACCIONES
Multiataque. El Yákido hace 2 ataques con su bastón.
Bastón. Ataque de Arma Cuerpo a Cuerpo: +6 para golpear, alcance 5 pies, un objetivo. Golpe: 10(2d6+3) de daño contundente, o 12 (2d8+3) de daño contundente a dos manos.
Rayo de escarcha. Ataque de Conjuro a Distancia: +7 para golpear, alcance 60 pies, una criatura. Golpe: 9(2d8) de daño de escarcha. Una criatura que sufra daño por este ataque ve su velocidad reducida en 10 pies hasta el principio del siguiente turno del geomante.
Toque electrizante. Ataque de Conjuro Cuerpo a Cuerpo: +7 para golpear, alcance 5 pies, una criatura. Golpe: 9(2d8) de daño de relámpago. Una criatura que sufra
Invocar Elemental (1 vez al día). El yákido invoca un elemental de agua, elemental de aire, elemental de fuego o elemental de tierra. El elemental invocado aparece en espacio sin ocupar hasta 60 pies del invocador y actúa como aliado de este. Permanece durante 10 minutos, hasta que muera o hasta que el invocador le despida como acción.

Saqueador de Jade
Monstruosidad grande, neutral maligno
Clase de Armadura 15 (Defensa Sin Armadura)
Puntos de Golpe 60(8d10+16)
Velocidad 40 pies
FUE
DES
CON
INT
SAB
CAR
16(+3)
12(+1)
15(+2)
14(+2)
18(+4)
14(+2)
Habilidades Atletismo +6, Engañar +5, Supervivencia +7
Sentido Percepción pasiva 14
Idiomas Común, Yikaria
Desafío 5(1800)
Ataques Mágicos. Los ataques de arma y desarmados del saqueador se consideran mágicos.
Atrapar el Ki (3 veces al día). El saqueador puede usar su acción sobre una criatura agarrada o incapacitada para transformarla en una Presa de Jade. Una presa de jade es un objeto Diminuto con CA de 15, 20 puntos de golpe, inmunidad al daño psíquico y de veneno, resistencia a todos el daño contundente, cortante y perforante no mágico ni de un arma adamantina. Puede usar una acción adicional mientras sostenga o lleve una de ellas para recuperar 16(3d10) puntos de golpe, añadir 1d8 de daño de fuerza en su primer ataque de arma o para obligar a una criatura a superar una salvación de Constitución a CD 15 para no quedar aturdido durante 1 minuto (pudiendo repetir la salvación al final de cada turno). Se debe usar un efecto como restauración mayor o similar para terminar la transformación, o reducir a 0 puntos de golpe la presa de jade.
Defensa Sin Armadura. Mientras el saqueador no lleve armadura ni sostenga un escudo, su CA añade su modificador de Sabiduría.
Posesión (Recarga después de un Descanso Breve o Largo). El yákido puede intentar poseer mágicamente a un gigante o un humanoide. El yákido debe tocar a su objetivo durante todo un descanso breve, o el intento fallará. Al final del descanso el objetivo debe superar una tirada de salvación de Constitución a CD 13 o será poseído por el yákido; y este desaparece con todo lo que lleve puesto o porte. Hasta que la posesión termine, el objetivo está incapacitado, pierde el control de su cuerpo y no es consciente de su entorno. El yákido ahora controla su cuerpo y no puede ser objetivo de ningún ataque, conjuro ni otro efecto, y retiene su alineamiento, sus puntuaciones de Inteligencia, Sabiduría y Carisma, además de sus competencias. Con esa excepción, usará las estadísticas del objetivo; excepto los conocimientos del objetivo, rasgos de clase, dotes y competencias.
La posesión dura hasta que el cuerpo se reduzca a 0 puntos de golpe, el yákido termine la posesión con una acción o el yákido sea expulsado por un efecto como por ejemplo el conjuro de disipar bien y mal. Al terminar la posesión el yákido reaparece en un espacio libre a 5 pies del cuerpo y está aturdido hasta el final de su siguiente turno. Si el cuerpo huésped muere mientras está poseído por el yákido, el yákido morirá también y su cuerpo tampoco reaparecerá.
ACCIONES
Multiataque. El Yákido hace 3 ataques cuerpo a cuerpo: 2 con su bastón y un golpe desarmado.
Bastón. Ataque de Arma Cuerpo a Cuerpo: +6 para golpear, alcance 5 pies, un objetivo. Golpe: 12 (2d8+3) de daño contundente.
Golpe Desarmado. Ataque de Arma Cuerpo a Cuerpo: +6 para golpear, alcance 5 pies, un objetivo. Golpe: 12 (2d8+3) de daño contundente.
Animar el Jade. Mientras el saqueador tenga al menos un Presa de Jade, puede dotarla de vida. Se transforma en una efigie de jade (usa las estadísticas de una gárgola) hasta a 20 pies del saqueador y actúa como aliado de este. La efigie vuelve a ser una presa de jade tras 10 minutos, sea reducida a 0 puntos de golpe o el saqueador use una acción para volver a transformarla mientras pueda verla. Si es reducida a 0 puntos de golpe la presa de jade cae en el lugar que estaba la efigie, si vuelve a su forma por cualquier otro motivo vuelve a la posesión del saqueador.

Tesoros del Saqueador
A veces los saqueadores consiguen tesoros mágicos, como por ejemplo armas +1, defensoras, o cuerda de enmarañar; pero uno es de los más únicos es único en su cultura, son las hojas de jade.
Hojas de Jade. Es un arma marcial en forma de dos cuchillas unidos con una cadena, que en manos de un saqueador hace 2d8 de daño cortante, tiene alcance y requiere ambas manos. Se considera siempre mágica.


[Pues esto debería haber salido ayer pero me enrollé demasiado con otras cosas. Comparto con vosotros mi versión de unos monstruos que podéis encontrar en el Trueno del Rey de la Tempestad (Y Kung Fu Panda 3). ¡Muy pronto muchas cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario!]

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