Casi, casi, olvido comentar... pero me ha gustado mucho. |
Pues eso, este sábado terminó la última entrega de Ultraman, Ultraman Blazar. Y me ha gustado mucho, ha sido una serie con un estilo sobrio, que recupera ciertos elementos clásicos de series antiguas, pero con ideas y puntos de vista muy modernos; ahora os explico más sobre ello. Porque esta serie tiene mucho de lo que hablar, la verdad.
Empiezo hablando de que esta serie tuvo mucho entusiasmo entre los fans, porque sus primeras imágenes evocaban algo más misterioso y serio, y al final la serie no ha sido realmente extremadamente seria o intensa, lo ha sido en su justa medida pero sobre todo ha sido sobria y humana. Con la comunicación como el tema central de la serie, ha sido acertado y apropiado, que añadido a su emisión internacional en Youtube con subtítulos, la serie haya sido doblada a la vez en inglés además. Esas dos cosas (un estilo propio y la versión doblada) son las dos apuestas de Tsuburaya. Por cierto, sobre ese esfuerzo y estilo, esta ha sido una de las series con más diseños nuevos de monstruos gigantes, no solamente confiando en diseños heredados y referencias. Aunque esta historia suceda al margen de los otros Ultraman, sigue teniendo referencias, pero que son más un guiño que un cameo entrometido.
En cuanto a los personajes, pues una de las novedades ha sido quien ha sido el huésped humano del Ultra. Porque aunque hayamos tenido un grupo de defensa como suele ser, normalmente es el joven novato del equipo que es temerario e inexperto, pero esta vez ha sido el capitán Gento, quien es temerario pero experimentado, además de padre de familia. Y el Ultra es una criatura extraña, Blazar no se comporta como un paladín dando discursos, es más simple o incluso feral, pero protege la vida como todo Ultra. Luego tenemos a la agente de inteligencia Emi, que actúa por su cuenta pero se le da muy bien infiltrarse para obtener información además de investigar (y su búsqueda personal es muy importante para la serie). Luego tenemos al vice-capitán Teruaki, un hombre serio experto en monstruos pero que es sencillo y concienzudo. Luego están Anri, piloto y experta en cuerpo a cuerpo, con sus manías pero leal y de buen corazón. Luego está Yasunobu, segundo piloto, buen tirador y experto en tecnología, que no sabe decir que no y que le gustan las máquinas casi más que las personas. Luego el general Haruno, que ha reunido a este equipo y les exige el máximo siempre, porque vidas dependen de ellos, algo que el equipo no olvida.
De nuevo, seguimos con una ambientación militar para los protagonistas, sin embargo también tenemos las vidas diarias del grupo y sus pasados como parte de las historias. Algunos más que otros personajes, pero aun así cubre variedad de temas sin distraerse de lo importante, lo cual se hace más fácil con 25 episodios. De nuevo, aunque el concepto de grupo militar es lo más típico, aquí se ve distinto por ser el capitán quien se convierte en Ultra, lo que hace que menos gente cuestione sus desapariciones; sea porque sea en una circunstancia de vida o muerte sin testigos conscientes o porque está dando órdenes separado por ejemplo, y nadie le cuestiona salvo por cuidar de su salud en ciertos momentos.
En breve, la serie sobria pero con mucho corazón me ha encantado, os la recomiendo encarecidamente.
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