sábado, 21 de octubre de 2023

Proyectos Perdidos: Historias de mi cabeza juvenil (II)

Bueno, ya os conté en esta entrada reciente, como he ido pensando distintas historias a lo largo de los años; para de momento no lograr hacer nada consistente ni real con ellas. Para ayudarme a cambiar eso, he decidido compartirlas, para inspirarme a mí ¡Y quizás a quien me lea también!. En este caso, voy a centrarme en historias que puedo aprovechar ya o casi he aprovechado; y aunque recordé otra historia, creo que la dejaré porque era muy similar a otra de las que os conté y no daba para mucho, pero quizás la aproveche para más cosas...

Pero empecemos, con una historia de que es muy cercana a Shadowrun, pero sin el elemento tan distópico. En un  mundo de infinitas posibilidades, la imaginación y el esfuerzo son la base para una especie de liga, similar a los entrenadores Pokémon, pero de grupos de jóvenes que usan magia, tecnología irreal y poder marcial pero de forma no letal. Eso no es exclusivo de los jóvenes claro, pero los adultos usan esto de forma más... normal, con objetivos egoístas pero también generosos, para enfrentarse entre ellos y guardar secretos. Por detrás, los sacrificios y sombras de quienes fueron pioneros en todo esto, quienes hicieron el mundo como es en ese mundo; están envueltos en secretos. Como hay distintas formas de usar esos poderes, las distintas organizaciones se centran en una, y son facciones (como Mundo de Tinieblas, que me influyó mucho en este tiempo) distintas. El protagonista de esta historia está fuera en parte del sistema, siendo su magia (brujería) prohibida y silenciada durante años, pero no siendo el único practicante. Con un grupo, primero por circunstancias y luego por amistad, empiezan su propia aventura. De hecho, esta historia tiene un preludio, que compartí en forma de un relato.

Ahora, no creo poder convertir esto en una pieza de ficción, no que no sea simplemente por escrito claro. Dentro de eso, es tal vez la historia que más cuadra como una novela o una serie de relatos, con un malo de la semana y una trama principal, con temas universales y una ambientación reconocible y también fantástica. Por si os lo preguntáis, antes era un futuro cercano de este mundo nuestro, y aunque esa idea cada vez me gusta menos, sí que sigue siendo interesante alguna de mis premisas; como que ahora Estados Unidos es como Corea del Norte, un estado cerrado al mundo y sin aliados; por eso es casi ciencia ficción (salvo en lo de no seguir reglas civilizadas del resto del mundo en EEUU, claro). Por otro lado, esto es tal vez una de las ideas que puede convertirse en la mejor ambientación de rol que he pensado nunca, con un sistema propio para acompañarlo ¡Ya os contaré!.

Pero claro, hay una serie que me influyó muchísimo, pero mucho. ¡Slayers/Rina y Gaudy!. Y esto me inspiró, junto a Warhammer, en un mundo de fantasía lleno de magia, aventuras y criaturas fantásticas. Uno de los rasgos únicos, que ahora he reflexionado en que es más problemático, era que guerreros y magos de ese mundo podían realizar un ritual y marcarse con una especie de tatuaje, vinculándose con un libro que servía para invocarles como mercenarios. Tenía incluso pensado momentos en los que gente de esos mercenarios cambiaban de bando, al completar un contrato o recibir una oferta mejor; pero mezclar eso con una compulsión sobrenatural... veo que es complicar y ser algo insensible o inconsciente. Todo lo demás del mundo, por contra, es mucho más atractivo; aunque sea algo más arquetípico, pero bien elaborado puede dar para buenas historias.

El grupo protagonista encaja como un guante en las reglas de rol: un clérigo de la tempestad, un hechicero del caos, una monje que se entrenó como asesina, un guerrero. Lo que más sale de las reglas es mi viejo concepto de gastromante (un linaje humano maldito) y un humano mutado con magia que puede cambiar de forma. Con reglas propias o interpretaciones libres de las que ya hay, puedo llevar a este grupo de aventureros a D&D sin problemas... lo que me lleva a plantearme dos cosas. Una es integrar esto a mi ambientación de Dragones y Mazmorras propia y predilecta, o hacer una nueva ambientación con los detalles más importantes sin alterar. No estoy seguro, y las creaciones propias que quiero sacar de este concepto, realmente pegan como cosas chulas de D&D sin más. Y creo que es algo positivo que encaje tan bien en D&D, así que meterlo en otro sistema no es probable. Luego está la posibilidad de convertirlo en una serie de relatos o en una novela ¡Y creo que podría intentarlo!.

Y con una cosa en el tintero que no me convence, pero que está ahí, me despido por ahora, pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.

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