Ojáncano
Poder Feérico: 25 (Corpus)
Características: Inteligencia -4, Percepción +1, Presencia 0, Comunicación -2, Fuerza +9, Vitalidad +3, Rapidez -3, Destreza +2
Tamaño: +4
Virtudes y Defectos: Aguante Mejorado x2, Enorme x2, Hada Humanoide, Poder Feérico Incrementado x4 (m), Poder Focalizado x2 (Encoger, Mal de Ojo), Vis Externa (hoja verde de avellano untada en sangre de zorro); Apariencia Monstruosa, Inteligencia Mediocre, Maleficio Menor (ala de murciélago), Miedo (lechuzas), Protección Soberana (arrancar su único cabello blanco), Tuerto.
Rasgos de Personalidad: Cruel +3, Solitario +3, Temeroso de lechuzas y anjanas +3.
Reputaciones: Portador de Desgracias 3 (Cantabria)
Combate:
Clava: Iniciativa -2, Ataque +10, Defensa +4, Daño +12.
Patada: Iniciativa -4, Ataque +8, Defensa +2, Daño +12.
Puñetazo: Iniciativa -3, Ataque +7, Defensa +2, Daño +9.
Roca: Iniciativa -3, Ataque +9, Defensa -3, Daño +11.
Aguante: +7
Penaltis por Heridas: -1 (1-9), -3 (10-18), -5 (19-27), Incapacitado (28-36), Muerto (45+)
Pretensiones: Armas Arrojadizas 5 (roca), Cazar 4 (pájaros), Pelea 5 (patada), Penetración 2 (), Supervivencia 4 (peñas), Un Arma 5 (clava).
Poderes:
Encoger; coste variable, Iniciativa -2, Corpus:
El Ojáncano puede encoger su cuerpo enorme para poder meterse en estructuras humanas como corrales o iglesias, además de poder adentrarse en las cavernas que usa de guaridas. Reduce en 1 su puntuación de tamaño por punto de Poder.
Poder Focalizado (5 niveles, 10 niveles para +2 a la Iniciativa)
Mal de Ojo; entre 1 y 5 puntos, Iniciativa -6, varía:
El ojáncano puede realizar efectos de Perdo Animal, Aquam, Herbam y Terram que repliquen hechizos no rituales de hasta nivel 20 a 1 punto por magnitud, para destruir materia inerte o debilitar seres vivos. Suele hacer efectos como El Árbol Caído, Desfilar los Colmillos de la Víbora, Clausurar los Pozos de la Tierra y Horadar la Tierra.
Poder Focalizado (25 niveles); Poder Focalizado (+2 a la Iniciativa)
Equipo: rocas, clava.
Vis: 5 peones de vis Corpus en hoja verde de avellano untada en sangre de zorro
Apariencia: Un enorme ogro con un solo ojo (como los cíclopes) y una boca con grandes dientes irregulares, con todo su cubierto de largo pelo y barba que le da un aspecto muy bestial también.
El Ojáncano es un ogro similar a los cíclopes de las zonas más agrestes de Cantabria. Provoca desastres y comete fechorías, representando los límites de lo salvaje; también encarna la maldad o más bien lo descarnado. Suele aparecer más a menudo en invierno, pero no pierde poder en otras épocas del año. Vive en cuevas, y aunque no necesita comer, disfruta robando ganado, gallinas y cazando aves y murciélagos; salvo lechuzas, a las que teme junto a las hadas locales conocidas como anjanas. También evita, con más ahínco si cabe, a las alas de murciélagos, pues el roce con estas los hiere fatalmente (destruyendo su cuerpo hecho de glamour) si no retoma su vis externo inmediatamente. Usa sus poderes para robar en graneros, iglesias, causar derrumbes, dañar al ganado y secar fuentes, así que los campesinos y pastores le temen y evitan; y él está encantado de pisotear a los incautos e imprudentes que se adentran en su territorio. Además de esto, si alguien arranca el cabello blanco de la barba del ojáncano, este muere.
[Sigo con los monstruos idóneos para estas fechas, esta vez un ogro de los mitos de la península como es el ojáncano ¿Qué os parece? Muy pronto más de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]