Curandera
Anarquista
“Entre
otras mujeres hay compasión y fuerza, unidas como compañeras no hay
quien nos tosa. ¿Entiendes ahora por qué todos los tíos dicen que
estamos locas o no nos escuchan?”
Preludio:
De pequeña, solamente
conociste amor incondicional. Tu familia era tan humilde como amorosa
y desinteresada, recuerdas
más las alegrías que las penas. Conforme crecías te dabas cuenta
más y más de las cosas que no teníais y de los sacrificios de tus
padres. Te propusiste devolverles
el favor, y lo fuiste haciendo cuidando de tus hermanos, haciendo
recados a tu madre, acompañando a tus abuelos... hasta que se te
ocurrió un plan.
Tú
ibas a salvar a toda tu familia, esa familia que siempre te había
cuidado y desvivido por ti. Bueno, el concepto de salvar era
conseguir ser la primera con
estudios superiores y con
ello “salir
del barrio”, aunque fuese de forma metafórica. Te
esforzaste, eras
de las primeras de la clase, con materias complicadas sobre salud y
el cuerpo humano; pero poco a poco empezaste a sentir algo mal, algo
no iba bien con tu cuerpo. En vez de ser tú la médica, fuiste tú
quien necesitó ayuda de toda clase de doctores. Y ahí viste lo peor
del
sector de la salud, como convertían a gente en soberbias autoridades
que dudan de los pacientes, pero que si fallaban al entender sus
males los
despachaban y daban remedios que les enriquecían sin importar que
funcionaran o no. No pudiste seguir tus estudios por tu estado de
salud, y también por la necesidad de recursos que te empujaba a que,
el poco tiempo que tirabas sin dolores, te buscaras la vida. Tu
familia también estaba llegando a su límite, todo estaba saliendo
al revés de lo que querías conseguir para vosotros.
Todo
fue hasta que viste a un compañero de estudios, ya ejerciendo tras
algún tiempo de tu abandono. Lo notaste distinta, y cuando te vio en
vez de preguntarte, te apuntó para una cita de su supervisor. Tras
aquella entonces borrosa consulta con aquel ¿médico? ¿experto?...
aceptaste que te derivaran a la privada. Allí te sometieron a
pruebas y más pruebas, pero conforme el tiempo pasaba solamente
estabas más abotargada, no más cerca de recuperarte. Cuando
impidieron a tu familia visitarte y te cambiaron a un sótano atada
ya no podías más. Tu antiguo compañer de clase parecía hasta
divertida, y te confesó que le alivió verte fracasar, que le
abriste la puerta de par en par a crear un mundo mejor. Debías estar
feliz y agradecida por lo que te estaban haciendo. Fue ahí que viste
que te extraían no para muestras, si no para experimentos. Fue
en aquel momento que dejaste de que trataran como carne, porque
sabían que te veían como carne defectuosa, no como una persona. Te
rendiste, ya no querías seguir... te abandonaste a tu dolor. Lo que
no esperabas es que el dolor te contestase. A través de aquello,
vistes a tus padres, entendiste que no estabas sola, y que lo que te
ataba no era lo que necesitabas. Tres días tras esa revelación, tus
padres acompañados de una abogada con acento raro te sacaron de
allí, y aquella abogada te habló de un lugar donde podrían
escucharte, aceptaste ir pero con las ideas de volver.
Aquel
retiro era un
cónclave de las Hippolytoi, herederas de las amazonas de las
leyendas. Ya estabas concienciada de parte de su causa, pero sus
enseñanzas y ayuda te han convencido de la necesidad de la sororidad
como nunca. Al explicarlas tus visiones en tu cautiverio, te hablaron
de como la Unión Tecnocrática alimenta los peores vicios de la
Humanidad, que tú escapaste de aquello por los pelos y de que tu
voluntad quebró su influencia. También te hablaron de los poderes
que te pertenecían por derecho si los querías.
Concepto:
Sabes de medicina moderna, y
ahora de la medicina de siempre, la que pertenece a quienes no
escuchan o humillan: las mujeres. Ahora ejerces medicina aunque no
una respetable, pero sobre todo para cambiar la mentalidad. Lo
principal es que ahora tienes una vida algo más plena, aunque más
extraña. Hablas a otras mujeres, pero también gente con problemas y
trabajas con ellos para encontrar soluciones, y sorprendentemente de
toda esa gente encuentras a más que son como tú y que luchan por
cosas parecidas. De momento
miras sobre tu hombro por si tu ex-compañero o sus amigos con bata
blanca vuelven por ti, pero lo primero que harías sería proteger a
tu familia y luego darles lo suyo.
Sugerencias
de Interpretación: No
te has recluido porque tu familia es fundamental para ti, pero estás
más que encantada de llevar las cosas a las trincheras. Eres honesta
y no tienes problema a la hora de ser escatológica, tampoco eres
cruel. Eres resuelta pero
sabes que hace falta que pasen muchas cosas antes de que el mundo sea
mejor.
Foco:
Todo viene del interior,
porque ya que la Creación
es Divina y está Viva
se le puede pedir algo de ayuda, el interior refleja el exterior;
aunque en ambos casos Todo
sea Caos.
Con las prácticas hipolitanas, haces cosas que parecen brujería
pero que la mayoría del tiempo son artesanía y medicina. Así
preparas comidas
y brebajes, muchas veces gracias a fluidos y hierbas, pero aprendiste
a soportar ordalías y sacrificios ya antes y
ahora quiebran el espacio;
y para cuand todo falla, siempre queda meditar para
ver mejor lo que tienes a tu alrededor y más allá también.
Todo
eso altera tu cuerpo y el de otros seres vivos, o al menos su ánimo.
Avatar:
Al principio tu cuerpo se
intentaba poner en contacto contigo con el dolor, pero ahora has
aprendido a escucharle de otra manera muy diferente. Tu Avatar es
Primordial, desagradable pero honesto, y con recordarle quien manda
ahora no hay problema, empiezas a poder proteger a tu familia.
Equipo:
portátil viejo, móvil de
promoción, dos agendas de papel, cuadernos con notas, bote con yogur
natural.
Nota
sobre los Aliados, Contactos y Mentor: Tu
familia, incluido el gato de la familia, forma tu grupo de aliados,
mientras tu Mentora es la primera Hermana que conociste y que vela
por ti.
[Aquí el PDF, especialmente para @La_Muerta_Viva, que espero que le guste este homenaje detalle tan inspirado. ¡Pronto más cosas para vuestro amigo y ciber vecino Mario!]
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