No
queréis oír la Verdad, solamente oír trinos de pájaros apagados
de piropos y vidas de doncellas de esquina, que las acompañan a sus
altares de luces de neón y lágrimas ocres. La Revolución se
acerca, ¡los Ancianos quieren impedirla!.
Preludio:
La poesía te llamó de pequeña, y
no has parado de responder a la llamada desde entonces. Puede que
fueran canciones infantiles para dormir, oraciones y Gloria Fuertes;
pero fue solamente
el principio. Esas primeras letras
llevaban buenos deseos y amor de quien te los recitaba, juegos para
que aprendieras a hablar bien. Se
convirtió en tu mejor amiga, tu acompañante... y cuando creciste en
tu confesora y en tu amante. La vida para alguien sensible, enamorada
de un concepto no es fácil; pero para una niña y una adolescente se
convirtió en un infierno. Nadie
te daba paz como la poesía, e incluso tus padres y profesores lo
vieron como un problema. Era una distracción, a esas alturas de la
vida debías unas expectativas que no cumplías. Que se burlaran de
ti, que simplemente dejarte en paz con la poesía fuese imposible...
Y
como tu compañera, la poesía te dio el arma para responder. Toda tu
tristeza, toda esa rabia empezó a fluir de ti, ya no solamente
leyendo, también expresando poesía. Algunos pararon de molestarte,
no tanto porque todos ellos
fuesen conmovidos o
comprensivos contigo, pero
porque terminaron por no entender lo que decías. Pero te sentías
mejor, y así como una joven adulta, empezaste a recitar y a publicar
de forma pública; pese a algunos que te querían ver destrozada, les
devolvías los golpes mediante tu arte en Internet.
Puede
decirse que tu poesía te abría un camino, un porvenir... pero acabó
abriendo otra cosa, un destino imposible de imaginar. Tu poesía más
furiosa atrajo a gente que
sí te escuchaba, que te empezó no solamente a halagar, pero también
proteger y dar apoyo. Eran gente que no intentaba aparentar ser
cultos o elevados, eran rebeldes que afirmaban ver las injusticias, y
como tú estaban dispuestos a ser honestos con ello... y hacer algo.
Tus padres te dijeron que aquellas malas compañías no traerían
nada bueno, que eran peligrosos. Pero claro, según ellos también tu
poesía era peligrosa. Los ignoraste, ellos te escuchaban de verdad y
parecían extrañamente excitados con cada sílaba que soltabas
delante suya, y a cambio no podías dejar de observarles como por
arte de magia. Fue entonces que te presentaron a una forastera, pero
“hermana
de sangre”
de todos ellos, una persona importante.
Cuando hablaste, jurarías
verla llorar sangre y te resultó excesivamente teatral. Peor fue
cuando arrancó parte del mobiliario del local clandestino, y
sentiste una pasión arrolladora también tú. Tu recital acabó en
un tumulto, pero ni siendo parte de aquella gresca espontánea
dejaste de improvisar. Antes de caer inconsciente, viste los
colmillos de la forastera, pero fue ella quien te dio la
bienvenida... a los Brujah.
Concepto:
Tras tu Abrazo, te has
convertido en una voz dentro del Clan que representa a muchos otros
Brujah, desde a los Antiguos idealistas como a los jóvenes Neonatos
más ruidosos e Iconoclastas de la Chusma. Tu furia, tu percepción y
tu habilidad de transmitir
ambas en tu escritura y en tu forma de hablar te llenan al fin. Al
revés que el resto de vampiros, los Brujah tienen a la Bestia como
un aliciente para no abandonar nada. Y tú no has abandonado la
poesía, de hecho la vitae, el Ansia y la poesía se han tornado en
tu mayor aliciente para seguir protestando en voz alta, cada vez más
alta. La revolución es inminente, tanto entre los mortales como
entre los Vástagos. Y tú vas a experimentarla y contarla con tu
poesía, eso está clarísimo... lo has contado en tus últimos
poemas.
Sugerencias
de Interpretación: Eres
una voz disonante, no una armonía cómoda.
Hablas alto y claro, pero de
forma premeditada para obtener respuestas de otros, tanto en la
poesía. La trascendencia de los poetas normales no te interesa, ya
eres inmortal. De vez en cuando, estás teniendo bloqueos que acaban
en estados homicidas, pero antes ya tenías esos momentos. No es algo
que se vaya a incrementar, o eso te dices a ti misma. Sientes los
fuegos de la rebeldía y los compartes, como cuando respirabas, pero
ahora se han prendido como si fuese un horno.
Equipo:
móvil con buena cámara, libretas llenas de apuntes
y poemas a medio acabar,
ordenador portátil también con cámara,
versos inconexos en forma de
chapas o parches en la ropa, navaja,
tableta digital y varios pendrive.
[¡Volvemos a V20! Y es muy posible que lo hagamos más veces este mes... y a HL20, además de seguir con M20. Aquí el PDF y muy pronto más de MdT, D&D y cosas que no sean rol en siglas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]
¡Sin celeridad! Estas haciendo llorar al pequeño Munchkin que hay en mi.
ResponderEliminarEs la persona torpe que leía porque se metían con ella por lenta.
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