Estaba pensando yo cosas varias, el tema de como retratar distintas especies, etnias y pueblos en fantasía, para hacer alegoría sobre racismo del mundo real. Es algo que hay que pensar bien para no acabar haciendo un estropicio, o sea que siempre está bien pensar las cosas. Es aplicable a la ficción en general, pero llevada al rol en concreto, esto se complica en mi opinión por las 3 partes que hay en cualquier juego. Primero está la intención de los autores y editorial, que por suerte es difícil hoy las editoriales presenten ideas xenófobas o racistas de forma intencionada (antes, uff, antes era algo que pasó demasiadas veces). Por otro, nuestros propios sesgos de Másteres, hagamos o no nuestras aventuras incluso. Luego están los jugadores, que pueden interpretar elementos también a su propio estilo... con muy diversos resultados.
Uno de los ejemplos concretos que he vivido, y he escuchado muy a menudo, es el del monstruo humanoide mascota. Los más típicos suelen ser Kobolds o trasgos, seres algo patéticos pequeños y físicamente poco imponentes, que se convierten en una especie de mascota tras derrotar a uno sin matarle. A veces empieza como una manera de sacar información, u obtener una llave o clave para facilitar el paso en medio de una mazmorra o un bosque. Pero entonces un jugador o el grupo le coge cariño, y entonces se convierte en una especie de mascota. Aunque de nuevo, si esto es resultado de haber derrotado, o incluso matado, al resto de su grupo; podemos ver que esto no es un acto de amabilidad, es un acto literalmente de esclavismo y de explotación, por mucho que sea un clérigo o un paladín buenos. ¿Pero puede contarse de otra manera? Sí. Algo que ha ido cambiando en todo el rol de fantasía, pero en D&D en concreto ha sido muy paulatino, es romper con el determinismo de "x bicho siempre es malo", que en el caso de humanoides ha sido cada vez más problemático; así que ahora se insiste en circunstancias e individuos particulares, así que aprovecha esto. Puede que derrotes a los kobolds, pero varios de ellos han huido aterrorizados, y la siguiente ocasión que te encuentres con estos supervivientes, puede que estén en peligro, y tus aventureros pueden salvarles de casualidad incluso, por lo que ahora pueden ser los kobolds quienes estén en deuda con los aventureros, pudiendo ser que decidan saldar la deuda ayudando durante un tiempo limitado. No suprimir la agencia de este PNJ en la base de que es una criatura que no han matado cuando podrían, vaya.
Por el lado contrario, está todo el mito del noble salvaje, que ha sido un paso intermedio entre los pueblos bárbaros de no humanos y el momento actual. Ojo, en ficción no fantástica es aun peor esto, porque suele dar pie a ideas como la del salvador blanco (que en el caso anterior es literal). En este caso hablaríamos de humanos. Esto ha sucedido sobre todo con los orcos, que antes era peor su dibujo de salvajes y malvados esclavos de la oscuridad, heredera de Tolkien; para dar paso a una representación que recuerda a pueblos indígenas de distintos lugares del mundo. Yo sugiero ir un poco más allá, haciendo orcos que también sean capaces de ciertos trabajos complejos, cosas como la siderurgia o la mampostería, pero cuyo estilo difiere lo suficiente de otros. Puede que los trasgos tengan unos comerciantes competentes y competitivos... Cuando creéis vuestras ambientaciones tratad de hacer cosas originales y si usáis clichés o inspiración en el mundo real, tened cuidado y sed conscientes, sobre todo si hacéis ese contenido abierto a gente que no es solamente un círculo concreto.
Y hasta aquí, otro tocho pequeñito sobre teoría rolera literaria, o más bien ética rolera... pero creo que siempre está bien insistir en estos temas para hacer el rol, incluso algo tan "tradicional" como la fantasía algo más abierta a toda clase de personas. Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.
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