lunes, 23 de febrero de 2015

Breve comentario sobre Madrid Nocturno (21F)

Buenas a todo el mundo.

Lo sé, lo sé, debería escribir más, y lo haré... pero bueno, al menos ya empiezo a quitarme el vicio a Pokémon. Os cuento otra cosa que no tiene nada que ver con eso, pero sí con esto. Y con mi cumple... bueno voy por partes.

Como uno o dos meses antes de mi cumpleaños (21 de febrero), me dio por celebrarlo con algo lúdico, algo de rol con mis amigos. Pero la idea no terminaba de cuajar ni convencer a estos, además de que parecía que iban a tener planes, cosa que sucedió. Sin embargo, surgió Madrid Nocturno, un vivo continuación del que ya os conté aquí, V20 Madrid.

Así que de nuevo había de hacerme un Cainita, aunque no sean mi especialidad, pero decidí hacer este personaje, César de Tomás, aunque también es de los organizadores que lo adaptaron, pero dejando lo fundamental del personaje: era un recién converso humano, alguien nacido en el mundo de la razón, la ciencia y que apenas conoce o entiende el Mundo de Tinieblas o la Espada de Caín. Así que durante el juego me aferré a ello, y de hecho dos momentos álgidos fueron mi Ritae, y la repetición de éste. Casi me desmiembran o devoran por mi falta de fe. Además no avancé mucho en otras de mis tramas, pero no creo que fuese culpa mía, si no de la situación. Como digo, hice un escéptico (por eso lo de Tomás, por el santo, que las citas católicas son muy Sabbat). Me llevé bien con los otros jugadores de mi manada (algo habíamos hablado por Internet y tampoco nos costó encontrarnos en el evento antes de empezar) y de fuera de ella, creo que resultó coherente (incluso un despiste mío que al final olvidé el nombre que elegimos al principio, pero lo utilicé para marcar mi inexperiencia), bien la interacción aunque fuesen bastante duros sus personajes con el mío ¡pero ya digo que es lo que tocaba!. Fui con un jersey, un polo y un vaquero negro, lo que daba el pego al personaje. Ya digo que hice una declaración: incluso al hacer partida Sabbat, hay que pensar en que tu personaje fue un humano transformado en vampiro. El dramatismo del proceso de pérdida y adaptación no son exclusivos de la Camarilla, cosa que se olvida a menudo. El resultado fue que yo me sentí satisfecho, y creo que muchos otros con los que jugué también ¡Gran noche!.

Fue en Pinto, calculé mal el tiempo pero con todo llegué antes de que empezara, y podía haber ido 2 días, pero tenía también fiesta el viernes (recordad mi cumple). Por 3 euros para gastos, creo que fue una jornada bastante provechosa. Ya digo, los organizadores lo hicieron bastante bien, la única cosa algo reseñable por lo mal por mi parte no fue culpa suya, que fue las faltas de dos miembros de mi manada... uno de cuyos personajes estaba implicado en una de mis tramas, que se quedó coja. Más allá de eso, tanto el sitio como la partida y su duración (y los arreglos y ficha de mi personaje además), que venía de parte de Madrid Nocturno, estaban bastante bien, sin quejas por mi parte aunque hubo gente que mostró alguna crítica, bien recibida sobre el formato, cosa comprensible. Por parte de jugadores y narradores/organizadores, sin peros, más que un pequeño accidente parte de la emoción de la interpretación.

Y sin reventar nada, creo que esto describe muy bien mis impresiones, muy buenas del día de mi cumpleaños, haciendo amigos y colegas roleros en una muy divertida partida. ¡Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario!

2 comentarios:

  1. Yo es que en los vivos, sufro. Y no de forma metafóricamente. Las improvisaciones teatrales y esto los llevo muy mal. (Y mira que cuando hice teatro con guión, lo llevaba mejor.)

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  2. Yo me relajo y me dejo llevar.
    Es como de mesa pero sin fijarse todo el rato en la ficha y medio disfrazado.
    Gracias por comentar Néstor.

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