Cazatalentos
Hola, te vi en el partido de ayer, te saliste, pero casi del todo. ¿Sigues con esa sensación de poder comerte el mundo?- [Ruidos de ropa rompiéndose]- Bueno, veo que sigo teniendo buen olfato. ¡Tenemos que hablar de tu futuro!. ¡Pero antes respira hondo!.
Preludio: Cuando eras pequeña, siempre eras tú la que pedía la pelota que se os metía en el patio de los vecinos cuando jugabais tú y tu pandilla. Cuando tu hermanos la liaban, eras tú quien dabas la cara por ellos. Entonces tras usar tu gracia social, tu abuela, te acariciaba la cabeza y te decía “Justo como tu madre, eres igual que tu madre”. En la familia todos hablaban de que tu abuela no estaba muy bien, pero te hacía ilusión el piropo. Tu madre biológica, su hija, estaba mucho tiempo trabajando y vivías con tu padre y tus hermanos, además de con su esposa y segunda madre (o madre de segunda); tu abuela necesitaba atención así que mientras no decía nada terriblemente inapropiado tu madrastra no le molestaba que pasases tú el tiempo con ella, siempre que fuese otra persona que no fuese ella quien tratara con la señora mayor.
Evidentemente lo hacías tú encantada, y si estaban a la gresca empezaste a ser tú quien, sin tomar partido obviamente, eras quien hacía de intermediaria. Aliviaste incluso esas relaciones tan tensas, así que tu madrastra te dijo que debías sacar más provecho de tu mano izquierda. Fue entonces que empezaste a estudiar con más ganas, e intentando hacer méritos te diste cuenta de que tu forma física no te llevaría muy lejos, ni si quiera te entretenías echando partidas; pero te gustaba ver desde la banda a tus compañeros, o en la televisión. Además de negociar, eras bueno; no viendo como la gente podía mejorar, eras bueno reconociendo a la gente que podía destacar en el deporte, veías el talento y el potencial.
En general tus recuerdos son buenos, son positivos; tiempo con tus amigos, tu familia, gente que escuchaba y gente a la que admirar. Pero un día, como otro cualquiera viendo un partido de tus compañeros, viste a alguien que estaba acechando. Esto duró un mes, y cada vez se acercaba más al campo donde estaban los chicos más jóvenes jugando. Cuando avisaste a uno de los supervisores de todo, te pidió que le acompañaras, ibais simplemente a decirle que se marchase o llamaríais a la policía. Cuando os encarasteis así con él no os dio oportunidad, bueno no le dio oportunidad al adulto; porque de su capucha salió una baba tóxica que quemó al adulto, y tú reaccionaste por instinto, te dejaste llevar por instinto en realidad, y por primera vez en tu vida usaste la violencia, aunque no eras consciente. Cuando todo se calmó, tu abuela y tu madre te llevaron para terminar tus estudios, y te contaron el secreto que compartías con ellas sin saberlo.
Concepto: Tu formación como Garou acompañó el final de tu formación académica. Cuando demostraste tu interés en el mundo de los negocios, pero en el aspecto del mundo del deporte, como reclutadora y agente; demostraste tener lo que hacía falta para ser una Moradora del Cristal como tu madre. Después de cumplir con los requisitos necesarios, y evaluar tus opciones; te concentraste en tu labor como Philodox, explicación para tus talentos innatos para mediar y comunicarte entre partes. Tu capacidad para reconocer el talento en otros te ha convertido en un más que competente buscador de cachorros perdidos, y por eso trabajas con una manada Intertribal, que pese a sus recelos y prejuicios, son también jóvenes deseosos de mostrar su valía, exactamente como tú.
Sugerencias de Interpretación: Eres una mediadora, usas buenas palabras y tu atención para llegar a acuerdos entre distintas partes. También te gusta observar, así que prestas atención a la gente a tu alrededor, especialmente ves el lado mejor de todo y sobre todo lo más valioso de la gente; e intentas siempre hacer que la gente pueda cooperar y al menos tolerarse por el bien de todos en el grupo o alrededor; y con Garous esto es imprescindible para el éxito y la supervivencia. Aunque no temes de sacar provecho de tus habilidades, no lo haces por egoísmo o ambición, porque tú también mereces disfrutar. Cuando no tienes responsabilidades te gusta ver el deporte y abstraerte, y no te importa cual es.
Equipo: móvil de última generación, portátil, furgoneta, ropa elegante, ropa de deportes.
Equipo: móvil de última generación, portátil, furgoneta, ropa elegante, ropa de deportes.
[Bueno, pues casi la cago porque no me acordé de que quería que este concepto fuese para una mujer en principio y se me fue el masculino, está corregido en lo más importante, pero con tanta segunda persona es bastante neutro. Pronto más de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]
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