sábado, 11 de marzo de 2023

Refugiado Lobo Caminante Silencioso (Concepto para Hombre Lobo XIII)

Refugiado Lobo


He visto cosas terribles de donde vengo, también he visto cosas terribles aquí, y debo contarlas para que ni se olviden ni se perdonen.


Preludio: Cuando naciste ya no tenías un hogar, no había lugar ni para tu familia ni para los animales entre la carnicería humana. Los humanos estaban en una guerra, y aunque también afectaba a sus ciudades, sus municiones y muerte también afectó a los campos y montañas; haciendo que tu madre antes de dar a luz ya lo hicieran sin territorio y en constante trasiego; sin poder asentar se nunca. Cuando naciste, y empezaste a moverte con tu par de hermanos, aprendiste que moverse rápido y de forma constante era imprescindible. Mientras ibais de un lado a otro, podíais encontrar comida u olvidar el hambre simplemente moviéndose sin parar. Hasta que un día pasó algo terrible, no podíais moveros más. También aprendisteis a evitar hacer ruidos innecesarios, ya que los humanos eran muy hostiles o hacían imposible que los aullidos fuesen oídos muy lejos.

Evitando ahí donde los humanos estaban, con lo que quedaba de la manada (madre y hermanos incluidos) os aventurasteis a intentar buscar al fin un nuevo hogar, solamente para caer en una trampa mortal. El suelo removido y el olor metálico os indicaba que había algo raro y os movisteis con cuidado, y cuando sorteasteis lo más peligroso, entonces llegaron los humanos… unos estaban armados, y otros no; y les hicieron caminar en vuestra dirección, pero sin poder evitarlo, provocaron explosiones al caminar, estallando el suelo bajo sus pies y siendo hechos pedazos al instante. A quienes no caminaban, los acribillaban los soldados. Todo fue demasiado, sentiste no solamente tu ira, también la de los muertos en la larga guerra, la de la Tierra sangrante; y tuviste tu Primer Cambio. Cuando todo terminó, solamente había muerte, y lo que quedaba de tu familia te echó; pero fue en ese momento en el que conociste a tu padre, que apareció de pronto de la nada, pero sabía que ahora era el momento adecuado.

Concepto: Tu padre te presentó a tu Tribu, los siempre errantes Caminantes Silenciosos, y a Búho, siempre observando el mundo con sus ojos abiertos. Entendiste tu misión, debías presenciar para luego contar las penas de Gaia, de los lobos y también de los humanos; para que no se olviden ni las culpas ni los pecados; no hablas de un pasado que recuperar, pero sí de un presente que reparar. Al fin y al cabo, eres un Galliard, pero también eres un alguien sin patria, no puedes volver ni quieres volver al lugar donde naciste, pero sí hacer que otros puedan regresar en tu lugar.

Sugerencias de Interpretación: Tu aullido y tus historias no son gloriosas o vanas, son tristes y melancólicas, un testimonio de lo que has sentido, visto y vivido. Aun así, no quieres dejarte llevar por la ira, has visto lo que la ira puede hacer, sobre todo si la dejas llevar con tu Rabia. Eres la voz de los que lo han perdido todo, y eso incluye a las personas además de lobos, hombres lobo y espíritus. Disfrutas mucho de tener compañía en forma de tu Manada, pero cuando acumulas tensión y puedes ausentarte, necesitas correr solo y volver, tener a tu Manada para volver sigue siendo extraño, pero lo agradeces y crees que podrías acostumbrarte.

Equipo: Colgante hecho de casquillos vacíos y un cordel.




[Llevaba mucho tiempo sin uno de estos, pero me ha apetecido, pronto os contaré el motivo de este repentino interés; pero muy contento tras revisar y hacer del todo este personaje. Pronto cosas diversas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]

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