lunes, 13 de agosto de 2018

Veterana Militar Wendigo (Concepto para Hombre Lobo XI)

Veterana Militar

Lo sé, las cosas han cambiado mucho desde que me fui; pero creo que yo he cambiado más aun.

Preludio: No había muchas salidas de la reserva, ni tampoco opciones en ella para una mujer cabezota y más fuerte que la mitad de los chicos; y solamente una pizca más de mollera aunque solamente fuese gracias a que escuchabas a las abuelas con las que te obligaban a estar siempre para que no te metieras en ‘cosas de chicos’. Cosas de chicos entendían estar muy cerca de las barricadas durante las protestas, buscar pelea o aventuras con los chicos, o defender a chicas más pequeñas de compañeros de tribu o blancos cariñosos. Sin importar si eráis niños o niñas, no soportabas que los blancos os trataran como huérfanos o como imbéciles, porque la riqueza que les servía a ellos muchas veces os era arrebatada, como siempre gritaban en las protestas. Conforme crecías, te dejaban menos margen, eras una mujer y como tal debías cumplir con las tradiciones, no buscar pelea. Pero no te conformaste, y llena de determinación, y bastante rabia, acabaste en el reclutamiento para el ejército; ya que si los tuyos no te querían combatiendo, combatirías por los blancos.
Fuiste a la base para formarte con tu petate, las miradas de desaprobación de muchos de los tuyos y mucha resolución. El día que empezaste tu entrenamiento y el que lo terminaste no distaron mucho uno de otro, se te hizo más corto de lo que te parecía necesario para que volvieseis de una pieza. Intentaste controlar tu carácter todo lo posible, pero algunas detenciones tuviste antes de entrar al frente; pero la agresividad es algo natural en cualquier soldado. Siendo una mujer, tampoco te querían combatiendo, pero sí te necesitaban en el frente, que era la razón de meterte en todo esto, así que pasaste a meterte en una reserva nueva. Y como eras lo suficientemente no blanca y fornida, no ponían en cuestión que sí, eras soldado para pelear. Con tu pelotón, con los que entrenaste antes de destino, creaste lazos antes de partir al otro lado del mundo a evitar que os mataran.
Y fuisteis buenos en eso, en evitar que os mataran. No especialmente disciplinados, pero sí efectivos como escoltas, ya que vuestras tareas en el frente consistieron en limpiar y acompañar a otras tropas en sus misiones. ¿Qué los de explosivos tenían que llegar a una localización recién bombardeada? Ibais con ellos, entrabais primero en los sitios. ¿Qué los de Inteligencia necesitaban hacer algo turbio? Sin preguntas, os encargabais de que no hubiese problemas antes ni después de que hicieran de las suyas. Fuisteis al frente 3 veces en 2 años, desplegados en misiones que era difícil saber cuando acababan, pero cumplisteis hasta un día. Un día, solamente volviste tú y 3 de tu pelotón, pero tú eras la única que entró y estuvo en aquella carnicería, y sobreviviste sin ningún recuerdo. El informe era confuso, primero un tiroteo y luego aquella choza se desplomó, debió de haber una explosión porque del resto de los tuyos y de quien fuese que hubiese dentro no quedaron nada más que trozos y manchas en las paredes. Fuiste licenciada, con unos pocos honores, y entonces tuviste una muy fría bienvenida a casa, porque te esperaba una nueva guerra y un nuevo entrenamiento.
Concepto: Podías haber ido a cualquier otra Tribu, pero tu linaje es la de los más fieros guerreros de las Tribus Puras y estás orgullosa de dicho legado que compartes. Tu tiempo combatiendo por los blancos, pero junto a otros te ha hecho consciente de la necesidad de no pelear solos, y de trabajar con la Nación Garou, pero sin pasarse, cada uno haciendo lo suyo vamos. Ya no te pueden negar el derecho a combatir, y te alegras, aunque tienes tus dudas a veces. Por suerte, como una Ahroun, te mandan a la primera línea y allí tu Rabia borra cualquier duda, combatiendo con la seguridad que has peleado y caminado siempre. Aun así, aunque seas fiera, eres también una intermediaria, participando de una Manada multitribal, pero esto es sobre todo porque lo de los cachorros con ínfulas pasa menos así que en una manada de Wendigo aunque jamás lo reconocerás en público.
Sugerencias de Interpretación: De momento, aunque no eres ya una Cachorra, te falta experiencia como Garou. Ahora además has empezado a recordar cosas de lo que pasó en tu última misión, pero reprimes los recuerdos con esfuerzo y estando ocupada. Tienes que respirar dos veces cuando alguien sin tu experiencia militar te da órdenes como el superior que puede ser, pero a un Cliath con ínfulas y que haya nacido después de que empezases a estar en campos de batalla le haces callar, porque es una falta de respeto personal para ti. Tus pequeños conflictos con tu Tribu te los guardas porque no son nada delante de las batallas y de tu deber. Tu Rabia es grande, pero puedes usarla sin que el retroceso te parta el alma. Aunque te sostienes en esos momentos, no quieres volver a vivir algo como lo que no viviste. La idea de fundar un hogar o una familia no te atrae en este momento, porque ahora ves los riesgos, pero un día tal vez...
Equipo: Revólver del ejército, ropa de camuflaje, cinta para el pelo que llevas al cuello con tu chapa.



[Nuevo personaje, aquí el PDF. Espero haberlo hecho bien, aunque lo pensé hace ya tiempo, está hecho estos últimos días. Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]

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