Piloto
Privado
Les
habla el piloto, bienvenidos a este vuelo sin escalas; tenemos
combustible, incluidos algunos pasajeros "de clase turista",
así que si no tienen miedo a las turbulencias, despegamos, así que
mejor bajen las ventanillas.
Preludio:
Desde pequeño nunca le has
dicho que no a un reto, a una apuesta o a una aventura.
El derrapar por los terraplenes con la bici, escalar a lo más alto
de los columpios de mayores, montar en la montaña rusa, saltar desde
el risco de aquella playa... No podías evitar apuntarte a un
bombardeo. Por desgracia
para tu familia le tocaba cuidarte después, con las consecuencias.
Los catarros, raspones, náuseas y huesos rotos. No aprendías la
lección, y nunca pensabas dos veces; a veces ni siquiera controlabas
el ritmo, y siempre replicabas que aprendías
la lección; y es verdad que nunca te rompiste lo mismo de la misma
manera. Aun así siempre tenías una nueva "muesca" de tu
cabeza loca.
Por
suerte para tus padres apareció algo que te hizo tener más calma:
querías volar. La Fuerza
Aérea fue tu vocación, y
te volcaste en ello apoyado por tu familia,
porque los estudios eran complicados; la disciplina no lo hacía
fácil tampoco. Tuviste algún que otro problema en el camino, ya que
en tu formación no te consideraron apto para el combate (demasiado
emocional, decían), pero te graduaste
con una pasión que te
empujaba a los riesgos
teniendo horas de vuelo en transporte aéreo.
Pero esta acabó estrellada
al final, cuando empezaste a
trabajar no había lugares suficientes para las acrobacias aéreas
para un piloto sin experiencia en combate. Tú caída fue volando
como piloto comercial.
Rutina, preparación y muchos viajes; no era como si no lo supieses
cuando firmaste, pero te quemaste rápidamente.
Al
final decidiste comprar tu propio avión, pero para pagarlo tuviste
que renunciar a un montón de cosas; y cuando empezaste a romper las
reglas (usar combustible a cuenta de la empresa para la que
trabajabas, ofrecerte como piloto de aviones privados
sin comunicar esas horas, usar estimulantes para evitar el sueño...)
y casi te pillan, pero algo
sucedió antes. Tuviste que
hacer un aterrizaje de emergencia en medio de ninguna parte, y cuando
viste lo que estabas transportando decidiste salir del avión; y para
evitar morir congelado acabaste en una cueva, aunque hubiese un oso.
No había ninguno, pero tampoco saliste vivo, sino no muerto de
allí.
Concepto:
Aquella cueva era el refugio de un Gangrel, uno antiguo y con malas
pulgas que se alimentó de ti, y de la mayor parte de los primeros
miembros del equipo de rescate que fueron a por ti. Te dejó una
parte, te enseñó lo que creyó oportuno y te dio media noche de
ventaja antes de ir a cazarte. No calculó que también podías coger
el helicóptero y salir por patas. Con una parte de la mercancía, y
un mapa; pudiste convencer a tus contratantes de que no intentaste
jugártela. A cambio de esta, un mapa para localizar el avión con el
resto y la mitad del dinero de tu seguro de vida, te dejaron en paz.
Pero también ayudó que quien dirigía toda la operación de
contrabando fuese como tú. Desde entonces eres piloto por encargo,
cuando no pueden simplemente pagar un vuelo privado; del resto de
Vástagos. Buscaste un piloto (y le hiciste Ghoul) y ahora eres
comandante de tu propio avión.
Sugerencias
de Interpretación: No seas
loco, sé intrépido. No
seas obediente, sino cumplidor. Te encanta volar, y ahora vuelas para
evitar el rádar siempre, o casi siempre. Tus tarifas no solamente
incluyen dinero y sangre, también pides favores, ya que el tráfico
aéreo está tan controlado que lo último que quieres es que unos
pilotos aburridos decidan disparar por confundirte con un terrorista.
No muestres las heridas o miedo, siempre muestras resolución y gozo
en riesgos, aunque ahora que no tienes tanto miedo a morir no es lo
mismo. Las interacciones con el resto de la Estirpe de momento
parecen como volar bajo, con tormenta y todos apuntándote; pero eres
útil para muchos de momento.
Equipo:
gorra de piloto, avión
pequeño, móvil de tarjeta comprado en un país del Tercer Mundo,
coche deportivo, ametralladora (parte de un negocio turbio), pistola
del ejército, fajos de billetes de diferentes países.
[Nueva entrada, tenía ganas de terminar este personaje. Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario]
Que curioso, hace una ratito que me he terminado de leer un relato de Stephen King de un vampiro piloto.
ResponderEliminar¡Pues casualidad! Pero me parecía interesante, y con Animalismo puede hacer que bandadas de animales cubran a otros y así.
Eliminar