Embajador
de las Serpientes
Le
puedo prometer mi Príncipe, y a toda la augusta población de
Vástagos presentes, que los míos no han atacado a la Señora Dimas
ni quebrantado el territorio del Señor Ovidio. Eso está en contra
de nuestros intereses.
Preludio:
Te gustaba ser delegado de clase, pero no era ni por el punto extra
en clase ni por la pelota que te daban otros compañeros; ambas cosas
tenían su lado malo de ser
objeto de envidias y atención extra del profesor.
No, te gustaba no por el poder, si no por los problemas que ahorrabas
a los demás, tanto a los
compañeros como al profe, sobre todo a los compañeros.
¿Te lo agradecían? Pues a veces no, porque tenías que comerte
marrones. Si hubieses sido
de colegio público, a lo mejor el activismo sería tu vocación,
pero siendo de gente bien, tu camino te llevó por otros derroteros.
Tus
padres no te dieron la opción de elegir
exclusivamente la
preparación para ser diplomático, no te pagarían sin seguir una
carrera más práctica y segura para sus perspectivas algo cerradas,
así que estudiaste
empresariales además de relaciones internacionales. Algo de idiomas
de los viajes que hiciste los veranos, el curso de Erasmus,
las vacaciones con los amigos de toda la vida... te encantaba viajar
donde nadie te conocía y podías ser uno más; se te daba muy bien
mezclarte con otros ambientes y gentes. Pronto empezaste a buscar
trabajo de pasante de empresas de tus viejos conocidos, pero en Suiza
o Reino Unido ya tenían gente o esos negocios no salieron. Pronto
fueron los países árabes los que intentaste, había dinero y
capital humano de sobra, pero necesitabas un buen comienzo. Tu primer
negocio por cuenta propia, con la ayuda de un viejo y algo infame
amigo del colegio, fue en el negocio textil en Egipto. La
cosa salió bien, pudiendo negociar los precios y llevándote
comisión. Buscaste otros posibles clientes,
ya poniendo en contacto antiguos contactos con socios de Túnez,
Marruecos y otros países así,
aunque era en Egipto donde tenías tu "base en el terreno".
Cuando empezaste con el petróleo de jeques de la península arábiga
el dinero empezó a pasar por tus manos sin control. Fue en esto que
tu viejo amigo te volvió a meter en un negocio, también
de petróleo, pero era conseguir la firma de uno de tus contactos
saudíes, pero eso requería inspeccionar
el barco y fue tu ruina... tuviste que darle largas, el barco
transportaba petróleo iraquí de contrabando, algo en contra de los
intereses de tu asociado, pero tu viejo amigo estaba hasta el cuello.
Terminaste poniendo tu cuello en el trato, poniendo de tu dinero. La
suerte fue que salió bien, pero entre los préstamos que acabaste
teniendo con tu compañero y el riesgo de saberse ese tipo de tratos
era arriesgado. Tal vez debiste decir que no a sus otros negocios,
pero no lo hiciste. Podías decir antes que desconocías lo turbio de
sus negocios, los dobles fondos y que no eras consciente, pero a
partir de cierto punto ya lo
sabías. Pronto esos negocios eran los únicos, los corrillos de los
negocios respetables se cerraron en banda a ti, y
necesitaste escapar. Conseguiste todos los beneficios que
necesitabas, le diste el resto a tu "amigo" y dejaste
Egipto. Al menos una temporada.
Cuando
volviste a occidente, querías olvidarte de todo, pero tu colega y
sus socios no se olvidaron de ti.
Concepto:
Tu amigo ya era una marioneta antes de que te Abrazara, pero tú no
eres un adicto convertido en monstruo. Eres un honesto intermediario
transformado en vampiro. Sin
embargo eso es lo que hace que seas tan interesante
para tus Antiguos. Eres un
rostro respetable, ideal para hacer lo inverso que hacías antes:
ahora eres el intermediario en una ciudad de occidente de tus amos en
Egipto. Aseguras trayectos
seguros en territorios de la
Camarilla, mantienes las
actividades más turbias de
los tuyos ocultas,
participas en el juego de favores y deudas en favor de los
normalmente intocables
Setitas. Entiendes
perfectamente que apenas ningún vampiro "respetable" se
fíe de ti, pero te has hecho valer y hay algunos que no les importa
relacionarse contigo, pueden no ser los más respetados tampoco pero
la confianza es relativa y mutua.
Sugerencias
de Interpretación: Eres un
adicto a ser imprescindible, algo que todo Setita puede entender,
pero eres honesto, algo
único. Eres respetable e intentas mentir lo mínimo siempre que haya
partes a las que estés
obligado, que son los Vástagos y los Antiguos de tu Clan,
no piensas volver a caer como cuando estabas vivo;
pero eso sí, ahora lo haces preguntando los detalles que te atañen,
prefieres omitir a no saber. Mantén
el control, sé afable y cuando nadie mire disfruta de tus victorias
y de la sangre. No
eres fervoroso ni estás seguro de creer en el objetivo de tu Clan,
pero sabes que no debes decepcionarlos,
y nunca cuestiones las creencias de aquellos para los que trabajas.
Meterse en ideologías y en cuestiones de fe no es diplomático.
Eres alguien incluso corriente y no realmente atractivo en aspecto
exterior, pero viste según
la ocasión y compórtate con simpatía y corrección,
el diablo está en los detalles y ahí le acompañas.
Equipo:
tarjeta de crédito sin límite, pasaporte en regla, teléfono móvil
de última generación con tarifa de Internet, dos móviles de
tarjeta, portátil, trajes
(de lino egipcio por supuesto)
y zapatos a medida.
[Primera entrada del mes, personaje de Vampiro la Mascarada 20 Aniversario bastante atípico y no tan atípico en otros aspectos. Pronto más cosas de parte de vuestro amigo y ciber vecino Mario.]
¿A los Setitas les dejan tener embajadas?
ResponderEliminarA veces sí, supon lo que habrá hecho el Príncipe. Gracias por pasarte.
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